El independentismo tendrá la oportunidad de volver a exhibir su unidad el próximo jueves. Y es que la ocasión no será poca cosa: el presidente español, Pedro Sánchez, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, se encontrarán en Barcelona, concretamente en el Museo de Arte Nacional de Catalunya (MNAC), en el marco de la última cumbre hispanofrancesa. Ahora bien, en el trasfondo de esta cita de alto nivel está la evidente voluntad de hacer una exhibición de fuerza e intentar demostrar que el procés ha muerto. Un contexto perfecto para que el independentismo haya decidido organizarse y dar una "respuesta contundente a la enésima provocación" del Estado.

En total hay una treintena de entidades de la sociedad civil que han optado por sumarse a la convocatoria. Serán las principales organizaciones del mundo independentista, como la Assemblea Nacional de Catalunya (ANC), Òmnium Cultural y el Consell de la República, pero también de otras como la Associació de Municipis per la Independència, Estat Català, la Intersindical-CSC y Meridiana Resisteix. Y los principales partidos independentistas (ERC, Junts y la CUP) se han sumado. La protesta tendrá forma de concentración, y se ubicará en las escaleras que suben Montjuïc hasta el mismo MNAC, concretamente a la explanada que hay delante de las cuatro columnas de Puig y Cadafalch. La hora concertada estará en las 9.00 de la mañana del mismo jueves día 19 de enero, un horario laborable, pero que las entidades confían en que no será un motivo de desmovilización. Y con un lema contundente: "Aquí no se ha acabado nada. Independencia Países Catalanes. Basta de represión".

Un "acto de dominación" que no se puede permitir

Así lo han expresado en una rueda de prensa conjunta desde el mismo lugar donde tendrá lugar la protesta. La presidenta de la ANC, Dolors Feliu, ha hecho un llamamiento a salir a la calle para mostrar su rechazo a este intento de ocupación. "El gobierno español y francés vienen a hacer un acto de dominación, a decir que toman decisiones que afectan a Catalunya pero defendiendo los intereses de España y Francia en territorio catalán", ha criticado. "No lo podemos compartir y no lo podemos permitir". Feliu también ha aprovechado para rechazar la decisión del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, de asistir a la cumbre a pesar de que ERC se movilizará en contra. "Es una contradicción, pedimos que no vaya", ha dicho. Eso sí, en caso de ser finalmente, la ANC ha considerado que tendría que poner sobre la mesa el debate de la autodeterminación. "No se nos respeta como nación".

Por su parte, el presidente de Òmnium, Xavier Antich, ha dicho que el independentismo saldrá a la calle porque "no puede mirar a otro lado mientras el Estado español continúa desplegando su maquinaria represiva contra la disidencia". "Aquí hay un conflicto político bien vivo que el Estado se niega a afrontarlo", ha denunciado. El mensaje que transmita la movilización tiene que llegar bien lejos, a todo el mundo, para evidenciar que las "operaciones de marketing" del gobierno central no servirán para esconder el hecho que el proceso es todavía vivo. Y se ha mostrado absolutamente confiado, sin "ninguna duda" de que la convocatoria será un éxito.

Y desde el Consell de la República, Toni Castellà ha celebrado que la respuesta del independentismo será conjunta. "Tenemos un objetivo unitario para demostrar a quién provoca diciendo que el procés se ha acabado que no es así", ha dicho. "Hacemos un llamamiento al pueblo de Catalunya para que jueves digamos alto y fuerte que la independencia es más viva que nunca y no nos pararemos hasta lograrla". Castellà ha reconocido que en algunas ocasiones el movimiento no ha sido unido y ha habido "autocrítica" porque los liderazgos no han estado a la altura, pero ha celebrado que "la mayoría social" sí que lo estará. "La gente siempre responde".