El congresista republicano Dana Rohrabacher, presidente del subcomité sobre Europa de la Cámara de Representantes norteamericana, que el pasado mes de septiembre mostró su apoyo a una consulta independentista en Catalunya, ha entrado en las quinielas sobre el futuro secretario de Estado del gobierno de Donald Trump.

De momento, entre los nombres que han aparecido para ocupar la responsabilidad de secretario de Estado del nuevo gobierno destacan al exalcalde de Nueva York Rudolph Giuliani y el exembajador ante la ONU John Bolton. No obstante, el nombre de Rohrabacher ha aparecido en las quinielas a partir de la columna de un periodista del Washington Examiner, Paul Berdard, que ha planteado esta posibilidad.

Rohrabacher, de 68 años y casado con una mujer de origen vasco, era el jefe del subcomité sobre Europa en la cámara norteamericana cuando visitó Washington en septiembre del año pasado una delegación de la Generalitat encabezada por Roger Albinyana, entonces secretario de Exteriors. Lo acompañaba el actual secretario de Exteriors y en aquel momento presidente de la comisión de Acció Exterior del Parlament, Jordi Solé. La voluntad de los representantes catalanes era explicar el procés independentista.

Al acabar la reunión, Rohrabacher no tuvo inconveniente en hacer declaraciones apostando por la celebración a Catalunya de un referéndum como el que se convocó en Escocia. "No veo ninguna razón por la que la gente de Catalunya no pueda decidir sobre si quiere ser parte de España. Como cualquier otro pueblo, tiene derecho a decidir", aseguró.

"A largo plazo, es mejor dar al pueblo la oportunidad de permanecer voluntariamente como parte de un país, más que hacerles creer que se les fuerza a permanecer, porque eso genera resentimiento, perjudica el espíritu de unidad que todo país necesita. Dejen que sea el pueblo quién escoja", aconsejó.

Con estos antecedentes, la aparición del nombre de Rohrabacher entre los candidatos no ha pasado desapercibida a los corresponsales de medios españoles en Washington.

Pocos meses después de aquella visita, el subcomité de Europa del Congreso presentó un documento sobre la política de los EEUU en relación a procesos de autodeterminación, donde se recogía el caso catalán. El documento abordaba la consulta del 9-N y la decisión de Mariano Rajoy de utilizar los tribunales para bloquearla.

Asimismo, repasaba los efectos del proceso catalán, tanto políticos como económicos, y concluía que, a pesar de las dificultades que representa, un no reconocimiento por parte de la UE de un proceso de independencia apoyado en las urnas por los catalanes sería percibido como un gesto antidemocrático y "extremadamente difícil de justificar".