Tres jóvenes han aceptado este miércoles penas de hasta un año y medio de prisión por atentado, desórdenes y lesiones contra los Mossos durante una manifestación en defensa del local okupado Banc Expropiat, en el barrio de Gràcia de Barcelona. La Fiscalía pedía cuatro años y diez meses de prisión para dos de ellos y tres años de prisión para el joven restante, así como una multa de 720 euros para los tres. Finalmente han llegado a un acuerdo, han admitido los hechos y dos de los jóvenes han aceptado 1 año y medio de prisión por atentado y el tercero 4 meses de prisión por atentado. Los tres tendrán que pagar una multa de 315 euros por desórdenes públicos y 60 euros por delito leve de lesiones.

Además, se han comprometido a pagar en concepto de responsabilidad civil 1.620 euros (720 euros para un mosso, 700 para el segundo y 200 para el tercero). La pena de prisión ha quedado suspendida durante dos años si los tres jóvenes no vuelven a delinquir.

Los jóvenes estaban acusados de haber causado desórdenes públicos y haber provocado lesiones contra tres agentes de los Mossos durante una manifestación en favor del Banc Expropiat. El 29 de mayo del 2016, días después de que se desalojara a los ocupantes del local, un grupo de manifestantes se enfrentó con los Mossos que acordonaban el espacio.

Según el relato de los hechos que han aceptado los acusados, uno de los jóvenes tiró una botella de cerveza a un agente, otro les tiró un monopatín de madera y un tercero golpeó a un mosso con una pistola de plástico, causándoles así varias lesiones.

El desalojo del Banc Expropiat en mayo del 2016 desencadenó una semana de disturbios, de reokupación y de cargas policiales fuertes. Pasó en Gràcia. Un hecho que todavía complicó más la situación por la dimensión de las calles, estrechas y que dificultaban la actuación de los Mossos con furgonetas. Coincidió, también, con el primer año de mandato de la alcaldesa Ada Colau. Un caos que provocó un juego del gato y la rata durante días seguidos en el corazón del barrio de Gràcia y que hoy ha acabado con un juicio donde se ha llegado a una conformidad para evitar la prisión a los acusados.

¿Qué es el Banc Expropiat?

Hasta el 2011, el Banc Expropiat era una sucursal de Caixa Tarragona, que estuvo okupada con el objetivo de convertirla en "un centro social de la gente", un espacio que han adaptado para la gente del barrio y donde se hacen todo tipo de talleres, desde idiomas hasta yoga, meditación, danza y teatro.

Este espacio es "un bien común que ha sido arrancado de las manos de la banca y este sistema injusto y se ha puesto a disposición de la gente que lucha y se organiza desde la autonomía, la horizontalidad y el anticapitalismo", como se puede leer en su web.

El local agrupa diferentes colectivos que sin ningún tipo de subvención realizan todas estas actividades y reúne entidades como: la Assemblea de la Vila de Gràcia y sus grupos de trabajo, la Assemblea Groga o las Feministes Indignades.

También han creado una red de alimentos, un grupo de vivienda y espacio público, una tienda de ropa y libros gratuitos y una biblioteca social.