La ultraderecha española ha empezado una campaña para pedir que los restos del dictador español Francisco Franco no se muevan del Valle de los Caídos. La campaña ha empezado en varias ciudades de la Comunidad de Madrid, donde este viernes han aparecido varias pancartas con la foto de Franco, la cruz que culmina el mausoleo y un escrito con "el valle no se toca" y una etiqueta de Twitter con las mismas palabras.

Además, varias sedes del PSOE han sido atacadas con estas pancartas, como la de Alcalá de Henares, donde les han empapelado la sede y con imágenes del dictador y la bandera española.

Estos ataques a la sede socialista llegan pocos días más tarde que el gobierno español anunciara que está trabajando, precisamente, en la retirada de los restos de Franco del mausoleo. La encargada de llevar a cabo la retirada de Franco del Valle de los Caídos será la Dirección General para la Memoria Histórica, que fue aprobada este viernes en el Consejo de Ministros.

La fundación Francisco Franco se hace eco

La fundación que lleva el nombre del dictador, ha hecho eco de la campaña, alegando que "la gente se rebela contra una ignominia", en relación a los carteles colgados. Al mismo tiempo, que aseguran que no lo han iniciado ellos y que "la han recibido por Internet".

El independentismo da apoyo a la exhumación del dictador

Por su parte, el independentismo también se ha hecho eco de esta campaña, mostrando un rechazo frontal a que Franco se quede en el Valle de los Caídos. Al mismo tiempo, también se ha bromeado con el hecho de que las pancartas se hayan ubicado en espacios públicos. Estas bromas son porque es normalmente la extrema derecha a quién cargar, y retira, todo tipo de simbología independentista de las calles de Catalunya.