"Simplemente recordarte la nueva carta de amenaza de muerte que he recibido. Esta vez me han dado de plazo hasta el día 1. Besos. Espero verte días después. Rita". La exalcadesa de Valencia, Rita Barberá, muerta el miércoles después de haber sufrido un infarto en Madrid, envió este SMS desde su iPhone solo pocas horas antes de morir.

Así lo ha explicado un alto cargo de Interior a El Mundo, que hace un repaso de las últimas 37 horas de vida de la senadora. Su último pedido del servicio de habitaciones fue una copa de güisqui y una tortilla de patatas. Fue el lunes por la noche, después de declarar al Tribunal Supremo y de haber confesado haber dado 1.000 euros al PP.

Según una persona de su entorno, que ha hecho declaraciones al medio ya citado, las acusaciones en Barberá y las constantes amenazas "le habían provocado una depresión y habían agravado sus problemas de hipertensión".

Barberá ya había recibido otras amenazas antes, más de 10 segundos dicen, pero solo lo había denunciado en dos ocasiones. En enero del 2015 y en julio del 2016, cuando recibió dos sobres con balas de un calibre de 9 milímetros Parabellum.

 

Las últimas horas

Tras declarar en el Supremo el lunes, Barberá no acudió a la sesión del Senado del martes, cuando Mariano Rajoy y Santi Vidal protagonizaron un duro cara a cara por la judicialización de la política.

Ese mismo día, había quedado para cenar con el exministro de Exteriores José Manuel García-Margallo y con el senador popular Pedro Agramunt, pero tampoco fue a la cita.

La exalcaldesa de Valencia comunicó a su hermana que se encontraba mal y ella viajó con su hijo a Madrid para darl apoyo. Aunque no se imaginaban que la situación acabaría con un trágico desenlace, intentaron convencerla –sin resultado– que volviera a Valencia.

Reacciones

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha condenado este domingo las "amenazas" que sufrió la ex alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Criticó a "aquellos que no quieren entender" que por el servicio público y político de Barberá merece el respeto de todos, dijo.

Zoido ha añadido que "muchos tendrán que recapacitar sobre lo que han dicho de ella en los últimos meses y años", y ha defendido el papel de Barberá como servidora pública. Al mismo tiempo, ha criticado la ausencia de Unidos Podemos durante el minuto de silencio.

El ministro sostuvo que él tenía "conocimiento oficioso" de que la ex alcaldesa de Valencia había partido amenazas: "Lamento que amenace a una persona pública y rechazo este tipo de conductas", concluyó.