La comisión de investigación de la aplicación del 155 promete ser muy interesante y reveladora este martes. Al Parlament de Catalunya, asistirán seis presos políticos: Oriol Junqueras, Josep Rull, Dolors Bassa, Raül Romeva, Quim Forn y Jordi Turull. En una ronda de preguntas hechas desde la prisión por el programa El Suplement de Catalunya Radio, hemos podido saber con qué estado anímico llegan y qué querrán aclarar en sus intervenciones.

También aquello más personal: qué sensaciones tendrán cuando vuelvan a pisar el Parlament de Catalunya de nuevo. El conseller Turull se emociona: "Allí es donde abracé a mis hijas por última vez en libertad y será un poco como aquello de ya volvemos a ser aquí". Todos coinciden con las ganas de volver al Parlament porque será un día "especial" pero "de alegría y tristeza a la vez para intervenir ya que desde el juicio no hemos tenido la oportunidad de hablar directamente", remarca Romeva. La palabra libertad es la que más se repite cuando piensan con la sesión del martes. Rull explica: "La vida de los que son libres siempre me ha impactado".

¿Qué esperan de sus aportaciones a la comisión de investigación por el 155? Todos subrayan la necesidad de explicar aquello que todavía no se conoce para tomar conciencia "del desastre que fue detenerlo de golpe y las vulneraciones de derechos" que se dieron, según Junqueras. También quieren detallar "todo lo que el govern tenía previsto para demostrar el daño que hizo la suspensión del autogobierno", según Forn. Y "todos los programas que fueron perjudicados" tal como señala Bassa. Otro detalle significante es que el mismo Rull admite que tanto dentro como fuera de la prisión, siguió haciendo "el seguimiento exaustivo de las conselleries de Territorio y Empresa que despachaba con directores generales" y concluye: "Siempre tenía mi visto bueno".

Otro momento que vivirán en el Parlament el martes será reencontrarse con aquellos políticos que han celebrado y avalado su ingreso en la prisión. En esta respuesta todos coinciden: no hay rencor. "Cuando los escucho en los medios siento pena y tristeza y ruego para no ser así", concluye Turull.