El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) no ha admitido una querella presentada por Vox contra el president del Parlament, Roger Torrent, y los miembros de la Mesa de ERC y JxCat por proponer la investidura a distancia de Carles Puigdemont, al concluir que acabaron "acatando" la prohibición del Tribunal Constitucional.

En un auto, la sala de lo civil y penal del TSJC acuerda no admitir a trámite la querella por prevaricación y desobediencia que Vox presentó contra el president Torrent y los miembros de la Mesa del Parlament Josep Costa, Eusebi Campdepedrós, de JxCat, así como Alba Vergés, actualmente consellera de Salut, por proponer la investidura a distancia de Puigdemont.

Según el TSJC, los miembros independentistas de la Mesa "no incumplieron los mandatos del TC", ya que finalmente se procedió "al acatamiento" de la prohibición de investir a Puigdemont. De hecho, el TSJC remarca que, ante la imposibilidad de presentar a un "candidato no presencial", Torrent acabó proponiendo la investidura de Quim Torra, que estaba presente en el Parlament y no tenía ninguna causa judicial abierta a raíz del 1-O.

El alto tribunal catalán también expone en su auto que la querella de Vox podría tener un "carácter preventivo" e insiste en que no puede ser admitida, ya que después de la suspensión del Tribunal Constitucional "se procedió a su acatamiento".

La resolución, al mismo tiempo, remarca que Torrent aseguró posteriormente que Puigdemont era y seguiría siendo el candidato a presidir la Generalitat, pero que "ningún tribunal tiene que decidir quién es el próximo president", así como que buscaría una fórmula para "preservar" los derechos del mismo Puigdemont para que su investidura pudiera ser efectiva.