Hace sólo diez días que nació el segundo hijo de Jordi Cuixart. Entonces, el Tribunal Supremo le autorizó a salir seis horas de la prisión para poder asistir al parto. Después de aquel breve permiso, ahora el alto tribunal se opone a que el presidente de Òmnium Cultural pueda acompañar a su hijo a la revisión pediátrica correspondiente. Así lo denuncia la entidad que preside.

Cuixart había solicitado el permiso en base a la Ley Orgánica General Penitenciaria que da al juez un margen de interpretación a la hora de decidir acceder a este tipo de autorizaciones. El Supremo, sin embargo, le comunicó este miércoles que no corresponde. Según el equipo jurídico de Cuixart, entre la jurisprudencia consultada constan permisos para asistir a la boda de un hijo, poner flores en la tumba de los padres o ir a la comunión de una hija. 

El líder de Òmnium, que dentro de pocos días cumplirá dos años de prisión preventiva, avisa desde el centro penitenciario de Lledoners que no está dispuesto a renunciar ni a su responsabilidad como padre en la crianza del bebé, ni a defender el interés superior del menor. En este sentido, pone de manifiesto que no se trata de un permiso que vaya en beneficio del padre, sino del menor.

Por todo ello, Cuixart recurrirá la decisión del Supremo. Tiene tres días para hacerlo.