El abogado Gonzalo Boye está de celebración después de que el Tribunal de Apelación de Bruselas haya ordenado volver a investigar si se espió el presidente al exilio Carles Puigdemont colocando en sus coches dos balizas de seguimiento.

Según ha explicado el mismo abogado a El Nacional.cat, el tribunal ordena tres diligencias: interrogar a la representante de la empresa italiana que vendió las balizas, interrogar a los representantes de tres empresas que vendieron parte de los componentes de las balizas e identificar a los usuarios de una serie de teléfonos.

La ACN explicaba el pasado mes de abril que, a través de fuentes próximas a las investigaciones de la policía belga sobre este asunto, había podido saber que el primer dispositivo de seguimiento se colocó en el Renault Espace durante la mañana del 2 de febrero de 2018 mientras estaba en el aparcamiento del establecimiento. El segundo se habría colocado dos días más tarde, el 4 de febrero, en el mismo hotel.

Los expertos belgas determinaron que se trataba de dispositivos "sofisticados" que antes de ser colocados se prepararon a nivel técnico con "material de alta calidad y por manos expertas", probablemente, según las investigaciones, en la zona de Arquennes, un municipio a veinte minutos de Waterloo y a cuarenta de la capital.