Un pequeño grupo de falangistas, de menos de veinte personas, se ha concentrado en Tortosa, frente en el discutido monumento franquista a la batalla del Ebro. Los manifestantes reclamaban que el monumento se mantenga iluminado y que el Govern no lo retire.

Apología del franquismo

Los manifestantes, que llevaban símbolos franquistas, han realizado el saludo fascista ante el monumento. Reaccionan, así, a la propuesta de una nueva ley de memoria histórica que permitiría retirar el disputado monumento. Hace pocos días los CDR de la zona colgaron una estelada en este monumento.

Historia faraónica

El monumento de Tortosa fue diseñado dentro de la campaña de los "25 Años de Paz", que se conmemoraron en 1964, cuando se cumplían 25 años del fin de la guerra y Franco se quiso presentar, paradójicamente, como el artífice de un largo periodo de paz y estabilidad. Fue promovido por el gobernador civil Rafael Fernández Martínez, el presidente de la Diputació, Antoni Soler Morey, y el alcalde de Tortosa, Joaquim Fabra. El escultor elegido fue Lluís Maria Saumells, alguien muy elogiado por los miembros del régimen porque hacía arte figurativo y hacía gala de "profunda religiosidad" (alguno de sus ex alumnos lo definía como "un capellanet", y la mayor parte de sus obras eran santos y vírgenes). La obra costó 4,5 millones de pesetas (una pequeña fortuna en la época), y fue financiado por subvenciones de la Diputación y de los Ayuntamientos de la zona y por donativos de particulares.

Un monumento indudablemente franquista

A pesar de que algunos partidarios del monumento alegan que el monumento en origen era apolítico y que posteriormente se le colocaron algunos símbolos franquistas, en realidad tiene todas las características de una estética fascista. De hecho, encaja con los principios que estableció la Delegación Nacional de Propaganda al fin de la guerra para garantizar el enaltecimiento sistemático del régimen. El monumento se constituye a partir de dos grandes pirámides de hierro, situadas en medio del Ebro, que encajan plenamente con la grandilocuencia del régimen. En la parte superior de la mayor un soldado, representando del ejército victorioso, pone una estrella en el cielo (una alegoría a la victoria de la "Cruzada" franquista). Una gran cruz está adosada a un lateral, como signo de la alianza nacional-católica, y una serie de agujeros con forma de cirios y cruces llena los laterales de las pirámides. Un águila, símbolo propio de la España fascista, corona la pirámide pequeña. Tenía múltiples inscripciones franquistas que se retiraron en 1984, como "A los combatientes de la Cruzada y de los XXV Años de Paz". También se sacó el Victus que lucía el águila en sus garras. En aquel momento hubo propuestas para retirar el monumento, pero ante el empate en el consistorio, decidió el voto de calidad del alcalde, que afirmó que sacando las placas  y el Victus el monumento se convertía en "símbolo de fraternidad entre hermanos". En 2008 se retiraron las placas conmemorativas de la inauguración del monumento y una dedicada a "la Promoción Ebro de la Guardia Civil", pero hoy en día todavía conserva otras, como "A los combatientes que hallaron gloria en la batalla del Ebro".

El mantenimiento

A partir de 2015 hubo una fuerte campaña en favor de la retirada del monumento. En un principio, CiU, el PP y Plataforma per Catalunya se opusieron a hacer un referéndum sobre el tema. Pero en marzo de 2016, una moción en el Parlament de Catalunya instó al Ayuntamiento a retirar de inmediato el monumento. El consistorio respondió con la celebración de una consulta en que se escogería entre retirar el monumento o mantenerlo reinterpretándolo (es decir, no sólo eliminando la simbología fascista, sino convertiéndolo en una denuncia del fascismo). El 68,36% de los que votaron al referéndum se inclinaron por la reinterpretación y el Ayuntamiento decidió mantener el monumento. Eso sí, no se respetó el compromiso de reinterpretarlo. La alcaldesa de Tortosa, Meritxell Roigé, anunció la semana pasada que el Ayuntamiento retiraría la obra de Saumells si se aprueba la nueva ley de memoria.