La primera sesión de control al president Quim Torra ha estado marcada sobre todo por el cambio de gobierno español. El jefe del ejecutivo ha aprovechado las preguntas de los varios grupos para explicar algunos puntos de las negociaciones para el encuentro con Pedro Sánchez, y para exigirle al presidente español más de una reunión. "Estamos trabajando con la voluntad de que haya una segunda y una tercera reunión", ha defendido. En estos encuentros, ha avanzado, le planteará la cuestión del derecho a la autodeterminación.

En este sentido, el president ha sostenido que quieren tener "muchas reuniones con el gobierno español" para poder negociar, porque "necesitaremos hablar de muchas cosas". Ha señalado que la consejera Elsa Artadi y la ministra Meritxell Batet están preparando el encuentro, y están avanzando en los contenidos del mismo. "Ninguno de los dos queremos una reunión de foto", ha afirmado.

Por otra parte, Torra también ha remarcado que planteará a Sánchez la "gran cuestión" del derecho a la autodeterminación del pueblo catalán. "Así lo planteará a Pedro Sánchez", ha respondido en respuesta al socialista Miquel Iceta. "Aquí hay un gran elefante que no queremos ver que es el derecho a la autodereminación", ha insistido.

El mandato del 1-O

En esta línea, el president de la Generalitat ha defendido que deberá hablarse sobre cómo resolver esta cuestión, y ha reivindicado el mandato del referéndum del 1-O y del 27-O. No obstante, ha señalado que este es su proyecto, pero que hay otros. Ha puesto como ejemplo la propuesta de que hizo el Cercle d'Economia, que propuso un nuevo Estatut con rango de Constitución, que ha considerado una oferta "valiente". "Al menos pusieron un proyecto sobre la mesa", ha valorado.

Así, Torra se ha dirigido a Iceta preguntándole "cuál es el proyecto del PSOE" para resolver la situación. El primer secretario del PSC ha apostado por una reforma en profundidad de la Constitución española. El dirigente socialista le ha exigido que no se hable de derecho de autodeterminación y sí de otras cuestiones que reúnan como mínimo a dos tercios de los diputados de la cámara. Ha negado que el 1-o sea "generador de un mandato democrático" y ha dicho que "no se ha acreditado una mayoría a favor de la independencia".

Diálogo amplio

El líder de los comunes, Xavier Domènech, ha insistido en su propuesta de la formación de una mesa de diálogo con el conjunto de las fuerzas políticas y con actores de la sociedad civil, y ha pedido que se constituya en el mismo Parlament. Torra lo ha visto con buenos ojos, y se ha mostrado dispuesto a participar. "Si llegamos a la conclusión de que este grupo nos ayuda, encantado de participar", ha sostenido.

En este sentido, el president Torra ha defendido que el diálogo va mucho más allá del gobierno español, sino que también incluye a los grupos parlamentarios en el Congreso de Diputados. Ha aprovechado la ocasión para adelantar que el lunes que viene celebrará una reunión en el Palau de la Generalitat con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, después de mantener un intercambio de mensajes.

A Arrimadas: "Condene que tenemos presos y exiliados"

Una de las intervenciones más duras ha sido la de la líder de la oposición, Inés Arrimadas, que ha preguntado como piensa "revertir la fractura social que ha creado". El presidente ha aprovechado la pregunta para lamentar que Ciudadanos haya sido la única formación que se haya negado a participar de la ronda de contactos de la semana pasada en el Palau de la Generalitat. "Me supo mal por los votantes que usted representa, porque vinieron todos los grupos", ha dicho.

Por otra parte, ante la exigencia de que condene la supuesta violencia de los Comités de Defensa de la República (CDR), el jefe del ejecutivo le ha lanzado: "Yo condeno cualquier acto de violencia, pero condene que tenemos presos políticos y exiliados". En este punto, Torra ha advertido que será muy difícil resolver nada "hasta que no resolvamos el tema de los que están en la cárcel".