"Lamentable". Esta es la palabra que ha utilizado al presidente del Parlament, Roger Torrent, para describir el debate sobre el acercamiento de los presos políticos a centros catalanes; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska dice que depende del juez Pablo Llarena y este asegura que el acercamiento no es competencia suya. El presidente del Parlament ha indicado en una entrevista en TV3 que la decisión sobre este conflicto es "estrictamente política" y por lo tanto recae en el ministerio del Interior.

Además, Torrent ha recordado que a lo largo de este viernes por la mañana se presentará una denuncia contra el magistrado Llarena y "el resto de magistrados de la sala de apelaciones del Supremo". El presidente está convencido de que hay cuatro delitos en la actuación del magistrado: "Se han detenido diputados ilegalmente, se ha obstruido el funcionamiento normal del Parlament, se ha prevaricado y se han vulnerado los derechos fundamentales de los diputados que no han podido asistir a los debates de investidura".

En la misma línea, Torrent ha explicado que la querella se ha redactado desde los servicios jurídicos del Parlament ya que "nos corresponde defender los derechos de los diputados". Además, ha destacado que "de momento la oposición no ha enviado ningún input contra la querella".

El presidente ha recuperado el tema del acercamiento de los presos y ha expuesto que "El hecho de estar encarcelados a 600km es una condena para ellos y para las familias, es por eso que ha valorado" que la única decisión justa para ellos es "la libertad absoluta".

Finalmente, ha apelado el ejecutivo de Pedro Sánchez instándolos a materializar "estos cambios que pregonan".