El municipio de Torrelameu, en la Noguera, dedicará nueve calles a los líderes independentistas encarcelados y una plaza a los que se han marchado al exilio''. El alcalde Carles Comes, de ERC, ha explicado que se mantendrá el nomenclátor actual si bien se colocarán las nuevas placas con los nombres de los presos en las diferentes calles de forma que los nuevos nombres convivirán con los actuales.

El cambio está previsto que se realice el próximo fin de semana y las nuevas calles que habrá serán el de Jordi Sànchez, Jordi Cuixart, Joaquim Forn, Oriol Junqueras, Carme Forcadell, Dolors Bassa, Josep Rull, Jordi Turull y Raül Romeva. Por otra parte, la plaza de l'Església pasará a llamarse plaza dels Exiliats y en la placa figurarán los nombres de Carles Puigdemont, Lluís Puig, Meritxell Serret, Toni Comín, Clara Ponsantí, Marta Rovira y Anna Gabriel. Se trata de una iniciativa pionera en las tierras de Lleida y también a Catalunya que se materializará en una jornada donde se espera contar con la asistencia de familiares de los presos y exiliados.

Las placas de homenaje a los líderes independentistas encarcelados y también a los que se encuentran en el exilio ya están a punto de ser instaladas el próximo fin de semana y de momento están depositadas en el Ayuntamiento de Torrelameu. El Consistorio está a la espera de concretar si se colocarán el sábado o el domingo en función de la posibilidad de que al acto puedan asistir familiares de los presos o los exiliados.

Carles Comes ha explicado que han decidido dedicar calles a los presos, uno por cada nuevo que hay repartidos entre los centros penitenciarios de Soto del Real, Estremera y Alcalá Meco. Por otra parte, se dedica la plaza de l'Església, que es la mayor y concurrida de pueblo, de forma conjunta a los exiliados ya que de esta forma se realiza una diferenciación entre ''los que carecen de libertad y los que se han tenido que marchar en el extranjero''.

De momento los cambios solo son simbólicos y a modo de homenaje a los políticos, ya que según Comes solo se plantearían modificar el nomenclátor en caso de que la situación de encarcelamiento o exilio se prolongara mucho en el tiempo. Este reconocimiento es inédito a las tierras de Lleida y también al conjunto del país, ya que si bien hay municipios que han dedicado plazas y calles al 1-O todavía no había ninguna para los presos.