El president Quim Torra, uno de los espiados con el programa Pegasus, se ha mostrado rotundo contra el presidente español, Pedro Sánchez, por su defensa del diálogo mientras al mismo tiempo se espía a los políticos catalanes. Torra ha lamentado también la fotografía de normalidad institucional que se ha realizado en el hotel W de Barcelona, donde ha participado el president Pere Aragonès, coincidiendo con las jornadas del Cercle d'Economia. "Qué brutal humillación estas palabras para todos los catalanes; que grave esta fotografía, como si aquí no pasara nada", ha indicado Torra.

El presidente español se ha limitado a expresar su "respeto y consideración" hacia la sociedad catalana y sus instituciones así como la su "firme voluntad de seguir avanzando en el diálogo, la negociación y el acuerdo", como si realmente hubiera habido algún progreso en este campo. Ha ventilado la cuestión con una genérica apelación de que "no hay propósito más noble para cualquier responsable político que construir convivencia" a fin de que los ciudadanos, "en un momento tan especial y tan complejo, vivan en una sociedad sin fracturas". Y aquí ha quedado todo. Posteriormente desde la Moncloa se ha explicado que los dos dirigentes políticos han acordado concertar un encuentro. Sin embargo, eso será otro día.

La intervención de Sánchez ante el Cercle d'Economia justo el día siguiente de que el CNI reconociera que había espiado a Aragonès, y al entorno del president Carles Puigdemont, había levantado la máxima expectación del auditorio. Consciente de eso, el mandatario español ha empezado sus palabras expresando lo que ha descrito como una "declaración de principios": manifestando su "profundo respeto por Catalunya". Pero no ha ido más allá. Aragonès lo había recibido momentos antes en las puertas de la jornada con ademán serio y le ha advertido que la situación es "muy grave". Y no obstante, con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, sentada en la primera fila, Sánchez ha optado por obviar el tema que mantiene bajo cero las relaciones con el Govern catalán.

Mientras tanto, más de una veintena de personas investigadas y víctimas del CatalanGate se han manifestado ante el hotel W. Entre ellas, se ha visto a los diputados de ERC Ernest Maragall y Meritxell Serret; el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, y los diputados Josep Rius y Albert Batet; y de la CUP había los diputados Carles Riera y Eulàlia Reguant. Por parte de las plataformas sociales, había Sònia Urpí de la ANC y el presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich. Todos ellos se han plantado cerca del edificio donde ha tenido lugar el encuentro económico, y han mostrado carteles con los mensajes "Democracia bajo vigilancia" y "España nos está espiando", en inglés.