El president Quim Torra ha replicado este martes a la magistrada del juzgado de instrucción número 24 de Barcelona que lo ha procesado por "contumaz rebeldía" en la segunda causa por los lazos amarillos. En un comunicado, Torra se reafirma y asegura que "si eso quiere decir volver una y otra vez plantándose ante el Estado en defensa de los derechos fundamentales de los catalanes, la acusación es correcta".

Con este nuevo procesamiento, la jueza, María Antonia Coscollola, deja al 131.º president a un paso de su segundo juicio por desobediencia a resoluciones judiciales, a raíz de la pancarta de apoyo a los presos políticos colgada en Palau.

Ante esto, Torra, como ya hizo en el primer juicio, no se ha  doblegado. Ha alertado de que la justicia española "se ha acostumbrado a intervenir en los asuntos propios de la política" y considera que este "nuevo paso represivo contra la libertad de expresión y contra los derechos civiles más elementales demuestra la voluntad de marcar la agenda política y el calendario por parte del poder judicial". En este sentido, considera que con el procesamiento "queda bastante evidenciada la sintonía entre la Fiscalía y la extrema derecha que sigue ejerciendo de acusación popular en las persecuciones contra los independentistas".

El proceso judicial

La magistrada da por finalizada la instrucción contra Torra y ahora da 10 días a las partes para que presenten los escritos de acusación y defensa. Este nuevo procedimiento judicial fue iniciado por la entidad Impulso Ciudadano. En su resolución, el juzgado constata que la conducta del investigado "demuestra indiciariamente una contumaz rebeldía enfrente de aquello ordenado" por el TSJC el 19 de septiembre del 2019, que le dio 48 horas para que retirara la pancarta.

En el auto, que se puede recurrir, la jueza concluye que Torra incurrió presuntamente en un delito "menos grave" de desobediencia por su "falta de acatamiento" a la orden judicial del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), que le fue notificada personalmente el 23 de septiembre del 2019, para que retirara de la balconada del Palau de la Generalitat la pancarta que había colgado el 27 de mayo de aquel año para pedir la libertad de los "presos políticos y exiliados", con un lazo amarillo.

Esta segunda causa por desobediencia a Torra se abrió el febrero pasado a raíz de una denuncia de la plataforma Impulso Ciudadano, que ejerce la acusación particular. La orden dirigida a Torra la dictó en septiembre del 2019, como medida cautelar, la sala contenciosa del TSJC, a raíz de una demanda de Impulso Ciudadano que pedía que se descolgaran la pancarta y el lazo del balcón del Palau para mantener la neutralidad del edificio de manera permanente, no sólo en periodo electoral.

¿Qué pasó?

Torra no hizo caso del ultimátum de 48 horas que le dio el tribunal y recurrió en paralelo la orden. Después de eso el TSJC dictó un nuevo requerimiento en que instaba a los Mossos d'Esquadra a retirar los símbolos de apoyo a los presos políticos del Palau "de manera inmediata". Ante esta situación, fueron los Mossos d'Esquadra los que acabaron retirando la pancarta, con el lema en catalán e inglés "Libertad presos políticos y exiliados" y flanqueada con un lazo amarillo.

Después de la retirada de la pancarta, cuatro activistas independentistas, los exdiputados Lluís Llach y Antonio Baños, la actriz Sílvia Bel y la portavoz de la plataforma Som Escola, Teresa Casals, desplegaron otra con el lema "Libertad de opinión y expresión. Artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos".

Esta segunda causa por desobediencia por los lazos recayó al principio en el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, si bien el alto tribunal se inhibió en favor de un juzgado ordinario cuando Torra perdió la condición de aforado al ser inhabilitado.

Torra compareció como investigado por desobediencia el pasado 23 de septiembre ante el juez del TSJC Carlos Ramos, que lo citó por esta segunda causa días antes de que fuera definitivamente inhabilitado, aunque se negó a declarar alegando que "la sentencia ya está escrita" y que era una víctima más de la "represión" al independentismo.