Un día después de las detenciones a nueve miembros de CDR acusados de terrorismo, rebelión y tenencia de explosivos, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha enviado una carta a Pedro Sánchez trasladándole su indignación y pidiéndole explicaciones por la actuación policial.

Torra considera que el Estado ha utilizado sus aparatos con una finalidad política para apaciguar el movimiento independentista.

En la misiva, Torra transmite su indignación y la de todo el Govern de la Generalitat - así como buena parte de la ciudadanía de Catalunya - y pide a Sánchez que haga uso de la política y la justicia por separado. "La justicia está para hacer justicia. La política para dar seguridad y garantizar el orden público", ha expresado.

Torra reitera en el comunicado el talante pacífico del movimiento independentista y asegura que busca alcanzar su objetivo "a través de la no-violencia" y con medios democráticos".

Torra ha comunicado a Sánchez que las "detenciones preventivas" en las cuales hizo referencia la delegada de su gobierno a Catalunya, Teresa Cunillera, "no tendrían que ser posibles en un verdadero estado de Derecho".

También acusa al Estado de orquestar una "operación judicial-policíaca-mediática" que se ha saltado "todos los principios de presunción de inocencia".

El presidente ha aprovechado la carta para asegurar que todos los detenidos son personas "comprometidas con su sociedad" y que su detención ha servido para inventar un falso relato de violencia en Catalunya.

En este sentido, Torra ve con preocupación que no se esté aplicando el Informe del Grupo de Trabajo de Detención Arbitraria de la ONU, que pedía que se liberaran los presos políticos.

"En Catalunya queremos basar toda la actuación de las administraciones públicas en el respeto escrupuloso de los derechos humanos, civiles y políticos, individuales y colectivos", defensa Torra, que concluye la carta pidiéndole a Sánchez explicaciones por el conjunto de actuaciones llevadas a cabo "contrarias a los derechos y libertades".