El presentador del programa 8 de noticies, el actor Toni Albà, ha encontrado quien es el activista de los CDR de la plaza Urquinaona.

En uno de los gags diarios de su programa de humor, la también actriz Mònica Macfer ha entrevistado un individuo encapuchado que explica todos los detalles de las protestas, e incluso de si tienen contactos rusos. El personaje encapuchado todo indica que es el mismo Albà, que hace una voz muy parecida a un exalcalde cuyo apellido empieza con T y acaba con S.

El activista CDR afirma en la entrevista que es "una leyenda urbana" la historia de los 10.000 guerrilleros rusos, y que en realidad es una confusión de los que hacen las escuchas porque él lo que dijo es que "los del Teatre de Guerrilla son de Arbúcies".

Tension ante la comisaría de Via Laietana

 

Una situación de tensión se creó delante de la comisaría de la policía española en la Via Laietana la tarde del 11 de Setembre cuando pasaron por delante los manifestantes de los CDR, concentrados previamente en los Jardinets de Gràcia, y que se habían agrupado dentro de la marcha oficial. Centenares de personas gritaron "fora les forces d'ocupació" y lanzaron papeles de inodoro a los policías que vigilaban. A raíz de eso los policías se pusieron en guardia y también va apareció un refuerzo de los Mossos. Y numerosos manifestantes empezaron a mover las vallas.

Mientras se encendían botes de humo, el escenario fue de tensión. Y los Mossos optaron por reforzar la estructura de vallas ante la comisaría con nuevas bridas, porque se estaban deshaciendo.

Un manifestante llegó a saltar las vallas y animó a los otros a seguirlo, pero entonces dos mossos fueron a pararlo. No pudieron cogerlo, sin embargo, porque volvió a saltar las vallas con agilidad otra vez hacia la manifestación.

Unas 400.000 personas, según la ANC, llenaron la Via Laietana y también la plaza Urquinaona, en la manifestación de la Diada convocada por esta entidad. El número de concentrados superó de largo las previsiones que se hacían tan sólo una semana antes. Los concentrados reclamaron "independencia" y unidad estratégica en este sentido, y también hubo gritos contra la mesa de diálogo, de "ni un pas enrere" y a favor de respetar el referéndum del 1-O, como "1 d'octubre, ni oblit ni perdó". El Ayuntamiento de Barcelona rebajó los datos a los 108.000 manifestantes.

La Unión Federal de la Policía española (UFP) denunció después la "pasividad" del Gobierno ante los incidentes en la jefatura de la Policía Nacional de Via Laietana: "Las instituciones del Estado están en peligro en Catalunya", dijo.

La UFP en un comunicado cargó contra el ejecutivo de Pedro Sánchez y con más contundencia contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a quien acusó de consentir los ataques a la comisaría y querer venderlo como un hecho aislado: "Marlaska ha mantenido una actitud políticamente cobarde", indicó.