Charlemagne, la columna sobre asuntos europeos de The Economist, concluye que Pedro Sánchez necesita un acuerdo "con los separatistas catalanes" —se refiere a ERC— en interés de toda España, e insinúa que una aministía sería adecuada para desinflamar el conflicto. Si desea "un gobierno estable", añade, Sánchez "necesita tener estabilidad en la región más rebelde". El semanario británico argumenta razones económicas, de imagen y políticas que hacen el acuerdo de interés "incluso para el PP", si se quiere acabar con la crisis catalana "en su forma más aguda".

Señala también que el "pánico" de algunos sectores a un gobierno PSOE-Podemos con el concurso de ERC "es exagerado", en referencia directa al miedo de "personalidades del mundo económico" y "la indignación de la prensa de derechas".

La columna explica que la situación actual "manifiesta que el bloqueo político de España está entrelazado con el conflicto sobre la independencia de Catalunya". El precio que hay que pagar por el desbloqueo, dice la columna, "es el diálogo político con los separatistas catalanes", más barato que repetir elecciones que pueden volver a salir por la culata, como las anteriores cuatro en cuatro años. Las últimas, convocadas por Sánchez para hacer un gobierno "que no dependa de los separatistas", las califica "de imprudentes".

No hay otra salida que contar con los independentistas, concluye. Un primer motivo para hacerlo es aprovechar el hecho que, "según analistas del separatismo, la prisión ha persuadido a Junqueras de cambiar la estrategia unilateral de 2017 por un pragmatismo al estilo del Partido Nacional Escocés". Aquí insinúa la conveniencia de una amnistía porque "si los líderes [independentistas] permanecen encarcelados, quien mandará en Catalunya serán las emociones", añadiendo gasolina a la división del movimiento independentista en "una lógica de radicalización competitiva", que es factor de inestabilidad y favorece a Carles Puigdemont sobre Oriol Junqueras.

Otra razón política para desinflamar el conflicto catalán es detener el crecimiento de la ultraderecha nacionalista de Vox.

La billetera también es un factor clave. "Catalunya representa una quinta parte del PIB de España y, aunque la economía catalana resiste, el conflicto comporta un coste de oportunidad creciente", dice. La última razón para aceptar el acuerdo y el diálogo con el independentismo es la imagen pésima que representa "la incapacidad de España de convencer a más de dos millones de personas de que tienen un futuro dentro del país".

The Economist, un semanario liberal fundado en 1843, es considerada la cabecera más influyente del mundo. Tiene más de un millón y medio de suscriptores internacionales. La familia Agnelli propietaria de Fiat, controla el 43,4% y los Rothschild el 25% de la editora. Sus artículos no van firmados.