No todo son libros y rosas. La festividad de Sant Jordi en Barcelona ha quedado marcada, en parte, por la tensión que se ha vivido en la parada de Vox, situada en la esquina de Rambla de Catalunya con Rosselló. Decenas y decenas de personas se han acumulado en torno a la carpa del partido de extrema derecha para increparlos y pedirles que se marchen. "¡Fuera, fuera!", se siente en las imágenes. De hecho, una chica se ha acercado al líder de la formación de ultraderecha en Catalunya, Ignacio Garriga, para decirle directamente en la cara que los integrantes de Vox son un grupo de "racistas y homófobos".

 

Mientras los antifascistas silbaban y gritaban contra la presencia de los ultras en la 'supermanzana literaria', los simpatizados del partido de extrema derecha se han dedicado a provocar con aplausos. Por su parte, Garriga ha intentado hablar ante los medios de comunicación. Todo el grupo de personas presente en este tipo de concentración se ha dedicado a hacer ruido mientras el líder de ultraderecha hacía sus declaraciones. Los compañeros de Garriga lo han tenido que rodear para evitar que sus detractores se acercaran para boicotear todavía más el momento. Entre las personas que se han dedicado a increpar la parada destaca la presencia del activista represaliado Marcel Vivet.

Garriga ha pedido a los catalanes que se conviertan en los "Sant Jordis" del siglo XXI y luchen contra el dragón del separatismo que "asfixia la libertad", "persigue" a los hijos en las escuelas, ahoga la prosperidad y el bienestar a los catalanes y arruina las clases medias y trabajadoras. "El separatismo institucional ha traído una denegación política, moral y social sin precedentes, obsesionado para inventar relatos y seguir alimentando el victimismo clásico", ha añadido. Para el líder ultra, es el momento que los catalanes se pongan de pie y empiecen a reconstruir "palmo a palmo" Catalunya, enfrente de "el odio" del separatismo, que los "increpa" y "les quiere silenciar". Ha dicho que Sant Jordi es sinónimo de "libertad, unidad y concordia" y ha esgrimido que los gritos son "odio, violencia y confrontación". "Su odio no podrá enfrente de las ganas de concordia y libertad", ha asegurado durante la atención a medios que el partido ultraderechista ha hecho en su parada en Rambla Catalunya con Rosellón.

Todo eso ha tenido lugar poco antes de que una repentina granizada hacia las 12.50 horas haya interrumpido la fiesta de Sant Jordi en las calles de Barcelona, que estaban llenas de paradas de rosas, libros y gente paseando. Había previsiones de lluvia para este sábado y por la mañana ha llovido un poco, pero la predicción se ha cumplido totalmente al mediodía. Las paradas han empezado a resguardar los libros y las rosas, a la espera de que salga de nuevo el sol para reanudar las ventas.