"Hay un silencio atronador en torno al diálogo con Catalunya, un diálogo que, no obstante, es vital para los otros problemas del país". Así lo destaca el semanario flamenco Knack, que asegura que el reconocimiento por parte del Estado que, efectivamente, España es un Estado multinacional, podría ayudar a solucionar muchos problemas que experimenta actualmente el país, como la despoblación o el paro. Según indica el artículo, muchos territorios españoles se sienten abandonados por Madrid, "una isla en constante expansión rodeada de un páramo de despoblación y desempleo".

En contra partida a este problema endémico español, el artículo destaca que, antes del referéndum del 1 de octubre, todavía se veía "como una posible alternativa" que, tal como predicaba Pedro Sánchez, España fuera realmente una nación de naciones. Un debate que parece que se haya estancado después de aquel referéndum de independencia.

Ahora bien, el artículo recuerda que el reconocimiento de las naciones catalana, vasca, la gallega o la andaluza "contradice la constitución española que establece que la nación española es una, indivisible y común a todos los españoles".

"Víctimas del dominio centralista de Madrid"

Aparte de la falta de diálogo con Catalunya, el artículo también destaca que las "otras regiones de España se han convertido en víctimas del dominio centralista de Madrid" y que las críticas de las Comunidades Autónomas "a este efecto de arrastre de la capital son cada vez más fuertes".

Como ejemplo de esta problemática el artículo pone Castilla que "se ha convertido así en el símbolo de un modelo de Estado disfuncional". Esta problemática, conocida como "la España vaciada" también tiene como síntoma visible la irrupción de Teruel Existe en el Congreso, que es uno de los escaños que sirvió a Pedro Sánchez para ser investido presidente del Gobierno y que reclama la atención, precisamente, de estas zonas rurales abandonadas por el poder ejecutivo.

La monarquía y Catalunya

Otro de los temas que toca el texto es la monarquía y el aumento del cuestionamiento de la institución por toda España y, concretamente, en Catalunya. Todo a raíz de la huida de Juan Carlos el pasado verano a los Emiratos Árabes y con la última polémica que eso ha generado, la vacunación de las infantas Helena y Cristina en la última visita a su padre.

Al mismo tiempo, haciendo una retrospectiva histórica, se acuerda que la monarquía española, y específicamente los Borbones, no han estado nunca bien recibidos en Catalunya. El último ejemplo fue la visita del Rey a la fábrica de Seat, donde no fue ningún representante del Gobierno.