La Mesa del Senado visitará esta semana el convento de las Reparadoras, situado en una manzana contigua y que se compró en 2008 con la intención de ampliar las instalaciones de la Cámara Alta. El edificio se construyó en el siglo XVIII como sede del Consejo de la Suprema Inquisición.

La vicepresidenta primera del Senado, Cristina Narbona, ha explicado que los miembros de la Mesa quieren conocer el edificio e imaginar sobre el terreno lo que se planeó en su momento para la ampliación, que ahora se considera "absolutamente necesaria". Cualquier proyecto de obra pasa por que se aprueben los Presupuestos del Estado y Hacienda permita la inversión.

Se trata del convento de las Reparadoras, situado en uno de los lados de la plaza de la Marina Española, sede del Senado. La compra, a cargo de Patrimonio del Estado, se formalizó ante notario en enero de 2008 tras un largo proceso de negociación y de trámites entre el Senado, la congregación de religiosas que vivían en el convento, el Ministerio de Economía y Hacienda y el propio Vaticano, que tuvo que dar el visto bueno a la operación al ser el edificio un bien de la Iglesia Católica.

La venta se cerró en 36 millones de euros, según los datos recogidos entonces por Europa Press, y las monjas que aún vivían en el convento tuvieron que marcharse meses después porque la intención era arrancar las obras al año siguiente.

El proyecto incluía nuevos despachos para senadores y personal, pero incluso también dependencias para las comunidades autónomas, con la intención de facilitar su presencia en la Cámara Alta. Y para comunicar el edificio actual con el nuevo, se llegó a plantear un túnel o una pasarela elevada.

Pero cuando se habían dado aquellos primeros pasos llegó la crisis económica, que congeló los presupuestos públicos; después se han sucedido varios años de inestabilidad política y presupuestaria que han impedido la inversión, hasta ahora.

Hotel, imprenta y convento

El edificio tiene su entrada principal en la calle Torija, en el número 12. Allí se levantó en 1735 un edificio del arquitecto Ventura Rodríguez destinado a ser la sede del Consejo de la Suprema Inquisición, en una etapa de inactividad cada vez mayor de esta institución que no fue sin embargo abolida hasta bien avanzado el siglo XIX. Es un caserón de ladrillo rojo y piedra de cantería de tres pisos de altura.

El Consejo de la Suprema era el máximo órgano de la Inquisición y estaba presidido por el Inquisidor General. Sus funciones eran revisar las vistas y causas, ordenar inspecciones, dar instrucciones a los tribunales y actuar como uno de ellos para juzgar a los miembros del Santo Oficio.

Tras la abolición de la institución, el edificio pasó a ser sede del Ministerio de Fomento, luego fue transformado en hotel y después, en imprenta, hasta que en 1897 se convirtió en el convento de las Reparadoras. Desde la compra por el Senado ha permanecido cerrado.