Utilizarla de "parapeto" para no verse afectados en causas judiciales. Esta es la conclusión que ha extraído a la vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, al ver que, otra vez, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, era acompañada hasta las puertas del TSJC por miembros del Govern, otras personalidades políticas y, también, de la ciudadanía.

El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, varios dirigentes de las diferentes fuerzas soberanistas y cargos inhabilitados por el 9-N como Artur Mas han apoyado a Forcadell esta mañana antes de declarar ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).

Antes de presentar un desayuno-coloquio del presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, Sáenz de Santamaría ha opinado, en declaraciones a los medios, que este gesto pone de relieve que lo están utilizando de "parapeto" para no verse involucrados en procesos judiciales por el interés en convocar un referéndum independentista.

Acciones contrarias

"Prefieren endosárselo a Forcadell y no me extraña que le den apoyo porque está sirviendo a todos ellos para llevar a cabo en el Parlament acciones absolutamente contrarias a la democracia y a la pluralidad", ha denunciado la también ministra de la Presidencia y para las Administraciones Territoriales.

Forcadell estaba citada hoy delante del TSJC por un presunto delito de prevaricación y desobediencia al Tribunal Constitucional (TC) para permitir que la cámara catalana votara dos resoluciones sobre la consulta soberanista.

Según Sáenz de Santamaría, además del proceso judicial que lo afecta, Forcadell "tiene un problema muy importante con la democracia" porque "está faltando políticamente a lo que tiene que ser un presidente de un Parlamento", al saltarse "la defensa de la pluralidad, la neutralidad, el con respecto a la ley, a la Constitución y a los derechos de los otros".

La vicepresidenta ha subrayado que Forcadell y los partidos independentistas "niegan la palabra, se inventan procedimientos urgentes o vulneran la ley impidiendo a los que defienden la legalidad poder expresarse". Sobre si Forcadell será declarada culpable, la ministra de Administraciones Públicas no ha querido pronunciarse: "No soy quién para decirlo. Represento el Gobierno y tienen que decirlo los tribunales, y todos tenemos que respetar lo que digan".