La magistrada de la Audiencia Nacional española Carmen Lamela ha rechazado de nuevo la excarcelación del expresidente del Barça Sandro Rosell, al considerar que todavía se mantiene el riesgo de fuga, de destrucción de pruebas y de reiteración delictiva, porque tiene importantes negocios y beneficios en el extranjero que también son investigados. Rosell ha ofrecido una posible fianza de 400.000 euros, pero la magistrada no lo acepta porque considera que todavía hay demasiado riesgo de fuga, de reiteración delictiva y de destrucción de pruebas, porque el expresidente barcelonista tiene importantes negocios en el extranjero.

La magistrada no comparte la afirmación de Rosell en el sentido que pasa por una "precaria situación económica", ya que eso no se correspondería con el ofrecimiento de una posible fianza de 400.000 euros por parte del expresidente del Barça. De hecho, dice que la investigación hecha hasta ahora evidencia que "su principal actividad empresarial, fuente de importantes ingresos, se encuentra fuera de España, viajando al extranjero con regularidad y por periodos de tiempos prolongados", como la empresa One of Ours Limited, creada en Hong Kong el enero pasado para desarrollar el antiguo proyecto Aspire, con una "previsión de cobros muy importante". Esta empresa asiática se creó a través de otra empresa de la cual Rosell figura como primer director. El contrato para desarrollar el proyecto va del 2017 y el 2022 por un importe de 3,5 millones anuales.

La investigación también ha revelado, según Lamela, que Rosell tiene mucha facilidad para viajar y vivir temporalmente en varios lugares de todo el mundo, que tiene una "gran fortuna", y cuentas bancarias, bienes y negocios fuera del estado, que "lógicamente le facilitaría la salida del territorio español y su subsistencia en otros países, cosa que no garantiza que no se sustraiga en la acción de la justicia.

Sobre la posible reiteración delictiva, Lamela dice que hay un "importante riesgo" porque Rosell "opera en un grupo organizado" de personas investigadas por países como Estados Unidos, Brasil, a Andorra o Suiza por actividades también investigadas por la Audiencia Nacional española. Aparte, añade que la acción de Rosell no fue un hecho puntual, sino varias actuaciones "meditadas, preparadas y organizadas con la creación de un entramado de sociedades para hacer desaparecer el rastro de las cuantiosas sumas de dinero ilícitamente obtenidas". Sobre el riesgo de destrucción de pruebas, Lamela dice que todavía se están estudiando y analizando documentos intervenidos que podrían abrir nuevas líneas de investigación.