Para poder cumplir con todos los compromisos económicos que tiene el Estado pendiente con Catalunya, hay que aprobar unos nuevos presupuestos del Estado. Esta ha sido la respuesta del presidente español Pedro Sánchez a Esquerra Republicana, un Sánchez que ha atribuido todos los incumplimientos al gobierno de Mariano Rajoy. En este sentido, ha recordado que las cuentas tumbadas ahora hace un año respetaban la disposición adicional tercera del Estatut o aportaban más recursos a la ley de dependencia. Por eso les ha instado a aprobarlos cuando vuelvan a llegar a las Corts españolas este año. Por otra parte, ha defendido que el independentismo "tiene poco que ver con la financiación", sino con "emociones que los trascienden".

Durante la sesión de control en el Gobierno este martes por la tarde, la senadora de ERC Mirella Cortés ha reprochado a Sánchez todos los incumplimientos del Estado, más allá del déficit fiscal "crónico". En este sentido, le ha recordado que la disposición adicional tercera acumula una deuda de 3.700 millones de euros, la ley de dependencia más de 3.600 millones de euros, la financiación de los Mossos d'Esquadra más de 900 millones y el IVA 482 millones. Ha cuantificado el total de incumplimiento si "deslealtades" en 11.000 millones de euros, y ha criticado que la respuesta de La Moncloa sea el FLA. "No queremos créditos, queremos el dinero que nos corresponde", le ha rebatido. También ha cargado contra un sistema de financiación "centralista y despilfarrador".

Pedro Sánchez ha respondido con presupuestos. "Planteamos antes del 28-A unos presupuestos que por primera vez respetaban el Estatuto de autonomía, el cumplimiento de la sentencia de los Mossos, una mayor aportación del Estado a la ley de dependencia," ha asegurado el presidente español. "Lo único que les pido es que podamos cumplir", ha añadido Sánchez, que ha deseado que cuando se abra el debate de las nuevas cuentas del Estado "podamos encontrarnos", tanto con ERC como con otras formaciones.

En la misma línea, el dirigente socialista ha sostenido que "los problemas de Catalunya poco tienen que ver con la financiación, sino con emociones que trascienden la cuestión económica".