Junts ha salido esta mañana a contrarrestar la imagen de dificultades en las negociaciones con ERC para la investidura de Pere Aragonès. El secretario general de Junts, Jordi Sànchez, ha aprovechado un permiso de la prisión de Lledoners, para lanzar un discurso de optimismo sobre el pacto, ha asegurado que las conversaciones "avanzan satisfactoriamente" y que el proceso está "muy adelantado para un acuerdo en los próximos días". "Lo tenemos a tocar", ha garantizado.

Horas después de que la portavoz de ERC, Marta Vilalta, hubiera apuntado que parte de Junts quiere elecciones y el día siguiente que el diputado y miembro de la comisión negociadora Sergi Sabrià hubiera anunciado un nuevo ultimátum el 20 de mayo, Sànchez ha insistido en la necesidad en garantizar la solidez del acuerdo con un "ejercicio de responsabilidad" y "sin improvisación".

 

Rehacer confianzas

No sólo eso. El secretario general de Junts ha asegurado que no hay excusas para un no acuerdo. No obstante, no ha escondido que hay que superar las "desconfianzas personales y políticas" que ha provocado estos años un desgaste en las relaciones. "Este no es un tema sencillo es gestionar elementos que cuestan mucho poner en un papel", ha argumentado, aunque ha garantizado que hoy "la confianza entre las personas que llevan la dirección de ERC y Junts es mayor que hace tres meses". "Y este es un elemento muy positivo", ha remachado.

En relación a los términos del acuerdo, ha asegurado que no hay dificultades en relación al programa, que hay "un acuerdo a punto de cerrar" donde quedan "pequeños flecos que no representan ningún obstáculo importante".

Unidad estratégica

Tampoco las estructuras del Govern tienen que ser un escollo. Ha concretado que trabajan desde hace semanas, que hoy han recibido un retorno a la respuesta de Junts a la propuesta de Aragonès y que tampoco este será "ningún obstáculo para impedir el acuerdo". De hecho, según Sànchez, mañana mismo podría haber un acuerdo invirtiendo el reparto de la estructura que se hizo la anterior legislatura.

En este contexto, la unidad estratégica aparece de nuevo como clave para el acuerdo. En este punto ha insistido en la necesidad de coordinación de las fuerzas independentistas, también en Madrid, lo cual considera "imprescindible", respetando los pesos de todas las formaciones políticas en el Congreso y con el asunción de que Junts sólo dispone de 4 escaños en Madrid y "no pretende imponer a otras fuerzas lo que hay que hacer.

Consell per la República

Esta unidad estratégica se tiene que plantear a través de una dirección estratégica colegiada y a través del Consell per la República. En este punto ha defendido una vez más el papel de este órgano impulsado desde Waterloo, de manera especial cuando el Estado intensifica el embate contra el independentismo, con nuevas acciones como las investigaciones del Tribunal de Cuentas.

No obstante, ha desmentido que haya ninguna pretensión de tutelar la presidencia de Pere Aragonès. "Niego categóricamente que Junts en ningún momento de las negociaciones haya planteado ninguna tutela ni en el gobierno de la Generalitat ni en los grupos parlamentarios por parte de ningún organismo ni tercera persona. Junts cree en la institucionalidad y en la importancia de un gobierno y una presidencia fuerte", ha insistido además de mostrarse dispuesto a hacer públicos los documentos de la negociación para demostrar que en ningún momento se ha buscado esta tutela.

Para Junts es clave concretar cuál será la respuesta del independentismo en caso de que descarrile la mesa de diálogo y Sànchez ha asegurado que no tienen intención de dejar aparcado ningún acuerdo estratégico, ni el Consell per la República ni la coordinación en Madrid, para cerrar el acuerdo.

Impacto del 4-M

Sànchez ha considerado que el resultado de PP y Vox el 4-M en Madrid plantean todavía más urgencia para un acuerdo independentista, ante "la inestabilidad política que puede generar en España". Ha insistido en que el independentismo se equivocaría enormemente no aprovechando esta situación.

Sobre la mesa de diálogo, a pesar de reiterar la disposición a participar en todo aquello que sirva para avanzar en la solución del conflicto, ha reprochado que en dos años ni el PSOE ni el Gobierno español han dado ninguna muestra de voluntad de resolver el conflicto político.

En cualquier caso, ha reiterado el escepticismo ante de la tesis que la debilidad del PSOE favorecerá el diálogo.

Consulta a la militancia

Con respecto a la consulta a la militancia sobre el acuerdo con ERC, ha explicado que Junts tiene la obligación de consultar a la militancia los acuerdos de Gobierno y que eso no representará ningún atraso para el acuerdo, porque no contempla un escenario muy radicalmente diferente a lo que la ejecutiva de Junts proponga.

El secretario general de ERC ha reiterado que apoyaría a una investidura de Aragonès en caso que no haya acuerdo, aunque ha insistido en que un mal acuerdo sería una mala decisión y dejaría un independentismo incapaz de dar respuesta al 52% de voto independentista en las urnas. En cualquier caso, ha insistido en que también este escenario tendría que ser ratificado por la militancia.

 

En la imagen principal, Jordi Sànchez durante la rueda de prensa en la sede de Junts / ML