La campaña que vendrá estará marcada por intervenciones propias del contexto internacional. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha erigido este lunes como defensor del Estado del Bienestar, frente las políticas del Partido Popular, en una respuesta a la carta que el presidente en funciones, Mariano Rajoy, envió al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude-Juncker, prometiendo más ajustes la segunda parte del año 2016. Todo ello, tras asegurar al diario económico Financial Times la semana anterior que bajaría los impuestos.

"Rajoy miente sin pudor, ha dicho que no tocaría la educación y la sanidad. Dice una cosa en Bruselas y la contraria en España. Creo que los españoles tienen el derecho de saber qué recortes hará su gobierno" ha increpado Sánchez en un desayuno informativo en Madrid rodeado de empresarios, periodistas, políticos y otras personalidad. "No puedo prometer que no bajaré los impuestos, como ha hecho Rajoy, sino que prometo que no subiré ni un céntimo a las clases medias y trabajadoras, pero sí a las grandes corporaciones" ha remarcado.

La cuestión entró en agenda después de que la Comisión decidiese emplear para después de las elecciones del 26-J la multa en España para el incumplimiento de los objetivos de déficit, y el elevado endeudamiento, una cuestión que había sido muy criticada por Ciudadanos, PSOE y Podemos. En este escenario, apuntan a los economistas, los recortes que tendría que hacer el próximo gobierno del Estado estarían en torno a 10.000 millones de euros, quedando comprometido con ello.

Según Sánchez, la vía para financiar elementos como el pacto de Toledo y el sistema público de pensiones, ahora comprometido por la reducción de cotizaciones de los trabajadores en la seguridad social, sería posible a partir de generar un impuesto específico a las grandes fortunas. Esta reforma fiscal progresiva vendría acompañada de una auditoría del gasto público, para evitar los gastos a su juicio "superfluas" en la administración del Estado.

La socialdemocracia y Felipe

Los socialistas han decidido retornar a décadas pasadas en sus posicionamientos. El primer gesto de retorno al felipismo se vislumbró con el equipo que fichó para su "gobierno en la sombra", con personalidades próximas al expresidente Felipe González. El segundo gesto lo hizo en un míting el domingo, invitando a González y José Luís Rodríguez Zapatero. Frente "las políticas del PP" el PSOE reivindica centrar los esfuerzos contra el paro de larga duración, las pensiones y el pacto educativo. Es decir, el legado del socialismo español.

Si depende de Iglesias...

En Ferraz mantienen la idea de plantear las elecciones como un plebiscito sobre Rajoy Sí o Rajoy No. Por ese motivo, Sánchez ha cargado contra el líder de Podemos, Pablo Iglesias, por no haber favorecido su investidura en ninguna de las dos ocasiones en que se presentó. "Sólo habrá cambio si ganamos, porque si depende de Iglesias no habrá presidente socialista", ha explicado. La justificación se remonta a la advertencia que la semana anterior había hecho la presidenta andaluza, Susana Díaz, afirmando que sólo gobernaría Sánchez, "si gana". 

El sorpasso y la sorpesa

Según encuestas recientes, la coalición Unidos Podemos se postula como capaz de hacer el llamado 'sorpasso' al PSOE. "Respeto las encuestas...[pero] en diciembre nos daban tercera o cuarta fuerza, y no nos daban más atrás porque no había más fuerzas políticas que pudieran competir con nosotros" ha sentenciado. "Prefiero hablar no del sorpasso, sino a la sorpresa a Mariano Rajoy", ha comentado sobre el tema, entre risas de los asistentes.

Santamaría no

"Creo que debe gobernar a alguien que haya sido votado por los ciudadanos". Con esta contundencia ha hablado Sánchez sobre la posibilidad de que la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, fuera una interlocutora posible en las negociaciones posteriores a las elecciones del 26 de junio, si es que Rajoy decidiese ceder el paso a la 'Menina'.