Alfonso Fernández Mañueco ganó las elecciones de Castilla y León el pasado domingo, pero quedó en manos de la extrema derecha de Vox. Eso ha abierto un fuerte debate en todas partes. El mismo presidenciable del PP ha asegurado hoy que quiere gobernar en solitario y ha avisado de que no habrá "retrocesos". Incluso algunos alcaldes socialistas de esta comunidad, como el de Valladolid, han planteado una abstención para evitar la entrada de los ultras en la Junta. Hoy esta cuestión ha aparecido en la sesión de control en el Senado. Ha sido con un golpe de efecto del presidente Pedro Sánchez: si quieren la abstención, que los populares rompan absolutamente todos los pacto con la formación de Santiago Abascal.

Dos días después de las elecciones en Castilla y León, Pedro Sánchez también se ha enfrentado con el PP, que le ha puesto los resultados malos del PSOE encima de la mesa. "El problema es que si uno habla como Vox, hace política como Vox y actúa como Vox, al final la gente acaba abandonando la mala copia y se queda con el original", les ha dicho. Ante la petición de abstención de los populares, verbalizada por el portavoz Javier Maroto, el dirigente socialista les ha desafiado: "Si quieren la abstención del PSOE, expliquen a los ciudadanos por qué quieren esta abstención. Porque si explican que la ultraderecha es un peligro para la democracia, quizás nos podamos entender". Y ha remachado: "Haga una cosa previa, a aquellos que están pactando con la ultraderecha a Madrid y fuera de Madrid, digan-los que rompa los acuerdos con la ultraderecha".

"Nosotros no somos culpables ni responsables de los acuerdos que mantienen con la ultraderecha en Murcia, Madrid, Andalucía y muchos lugares", ha insistido Sánchez. Ha avisado de que, si acaba habiendo un gobierno del PP y Vox, "cualquier retroceso contará con la respuesta contundente y firme, dentro de la legalidad, del gobierno de España."

 

Ayuso en su línea

Este mismo martes, el candidato a la reelección, Alfonso Fernández Mañueco, ha defendido que quiere un gobierno en solitario y ha intentado desligarse de Vox: "Si alguien piensa que el PP dará un solo paso atrás al defender la igualdad social, laboral, de oportunidades, entre hombres y mujeres, se equivoca". El dirigente castellanoleonés ha avisado de que no aceptará "chantajes de las provincias". En cambio, la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso se ha pronunciado en otros términos: avalando un hipotético pacto con la formación de extrema derecha. Preguntada por esta cuestión, Ayuso ha pedido a Mañueco que "busque con otros lo que nos une y que no nos importe lo que piensa la izquierda de nuestros pactos".