En un momento en que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, tendrá con toda probabilidad la llave de la gobernabilidad tras el 26-J, los partidos rivales le exigen que se manifieste. El último en pedir que explique si quiere un gobierno con el Partido Popular (PP) o Podemos, ha sido Ciudadanos. Pero en Ferraz no están dispuestos a hacer peligrar la campaña, motivo por que el ministrable en Economía, Jordi Sevilla, salvó la piel del líder este jueves proponiendo una medida ambigua: "Dejar gobernar a quien más apoyo tenga el Congreso", aunque sea el PP sin mayoría absoluta.

"No habrá gran coalición, ni Iglesias será presidente del gobierno" es la respuesta con que Sánchez respondió a la pinza de sus rivales. El socialista es consciente de los agravios que conllevaría a estas alturas una elección entre "populistas o constitucionalistas", como pide su exsocio de pacto, Albert Rivera. Rivera ha decidido romper el acuerdo tácito de no agresión con Ferraz y mostrarse más agresivo, ahora que recibe votos socialdemócratas y lucha por romper el techo de los 40 escaños del 20-D.

Pero en el caso de Sánchez, los riesgos de posicionarse para salvar la sangría por el centro son más elevados que mantener el silencio hasta el 27-J. Si asume que hará presidente al candidato de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, debería dedicar los esfuerzos de la campaña a explicar si cederá ante un referéndum, mientras tranquiliza a los barones. Si asegura que entrará en el gobierno con el presidente en funciones, Mariano Rajoy, generaría una fuga de voto socialista masivo hacia las filas podemitas.

Asumiendo que no elegirá ninguna de las dos opciones, Sánchez aseguró que estaba de acuerdo con las palabras de Sevilla. La idea del economista es dejar que gobierne una lista que tenga el apoyo de otra, sin necesidad de entrar en el gobierno y pese a que no tengan mayoría absoluta. En consecuencia, el doble gesto del secretario general reduce la ambigüedad sobre los escenarios donde los socialistas Sí apoyarían a otro candidato.

Algunos escenarios posibles

Se podría imaginar una coalición entre PSOE y Podemos, que según el CIS, lograría en torno a los 172 escaños. Sólo sería factible si los socialistas aceptan el referéndum, o si éste deja de ser una línea roja para Pablo Iglesias, como insinuó en el debate a cuatro el pasado lunes. Sánchez podría exigir a Iglesias, que con sorpasso en escaños, o sin, que él sea el presidente, a cambio de que los podemitas entren en el gobierno.

La abstención de partidos como el PNV, sería suficiente para que gobernase una alianza de izquierdas. CDC y ERC dejarían de ser partidos decisivos, con el derecho de autodeterminación en un segundo plano. Esta opción sería factible.

En segundo lugar, Sevilla aseguró estar convencido de que Sánchez sería el más votado, añadiendo que su idea servía para reforzar el PSOE ante la posibilidad de que reeditara el apoyo de C's. Sin embargo, Rajoy afirmó que su noción de democracia era que gobierne la lista más votada (el PP, según sondeos recientes), por lo que propondría a PSOE y C 's lo mismo que la última vez: un pacto conjunto a concretar, o que le dejen gobernar en solitario, si es que la opción no les convence.

Rajoy no apoyaría el pacto de El Abrazo y cabría observar la acción de los podemitas, pero si repiten el escenario de los últimos meses de negociaciones, todo apunta a que no facilitarían un gobierno de los anteriores.

La última opción que emerge es que C 's decidiera apoyar al candidato PP, a cambio de algunos ministerios posteriores a la investidura. Rivera ha virado últimamente el discurso y ya no se muestra contrario a la posibilidad de entrar en un ejecutivo. Por el lado de la corrupción, el intercambio de opiniones en el debate entre Rivera y Rajoy tuvo un tono más pedagógico que negativo. A su vez, los populares contemplan a C 's como primera opción y buscarían la abstención del PSOE.

Y por el lado del PSOE, no estaría incurriendo en una gran coalición, ni en hacer a Iglesias presidente, sino en dejar pasar al adversario, sin mojarse, gracias al relato "de evitar unas terceras elecciones", como aseguró Sánchez en el Círculo de Economía, hace unas semanas. Pacta sunt servanda (los pactos estan para cumplirlos), como decían los romanos.