El secretario general del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, está dispuesto a llevar su pacto con Ciudadanos (C 's) hasta las últimas consecuencias, a pesar de que la situación pueda comportar un nuevo escenario de elecciones. "Soy humilde pero tengo ambición, detrás de mí hay 130 diputados y diputadas", ha dicho Sánchez esta mañana en Ferraz. Asimismo, ha insinuado que no rechazaría reunirse con el presidente del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, ya que "no veto a nadie", pero para hablar del gobierno en funciones.

"Está solo y aislado", ha dicho Sánchez en relación con Rajoy, quien había indicado a primera hora del lunes que llamaría al socialista para hablar de la gran coalición encabezada por los populares, con quien "C 's se puede reunir si quiere" . Aun así, el secretario general encontraría imprescindible que asista Albert Rivera, o alguien de su partido, a la mesa de la negociación, así como a una hipotética mesa con Podemos, Izquierda Unida (IU), y Compromís como socio del pacto. Parece que el acuerdo de El Abrazo se mantiene firme, pero los socialistas siguen esquivando la pregunta sobre si se presentarían en coalición con los naranjas en caso de celebrarse elecciones.

Ahora bien, los tres de la izquierda reiteran que no se sentarán con el PSOE si hay la presencia de Ciudadanos, de modo que el entendimiento con los primeros continúa bloqueado hasta nuevo aviso de los morados y las confluencias. Sánchez ha agradecido "la buena voluntad del señor [Alberto] Garzón", aunque cree que "es inexplicable que se alíen PP y Podemos para bloquear el cambio". Así, se mantiene en sus posiciones: "No es cierto que el bloque de izquierdas sume, la única verdad es que [Pablo Iglesias] votó para que Rajoy siguiera siendo presidente del Gobierno, y en contra de un presidente socialista", ha sentenciado el secretario general del PSOE.

Sin embargo, el líder socialista ha afirmado que en ningún caso romperan los "gobiernos del cambio" municipales, para castigar "el sectarismo de Iglesias". Así, desmiente el rumor de que su partido deje de apoyar a los Ayuntamientos donde facilitó la gobernabilidad a los morados "desestabilizándoles", como habían especulado algunos medios-. Asimismo, agradece a Rivera "que a pesar de las diferencias ideológicas haya antepuesto los intereses del país", mostrándose "sorprendido" por este hecho.