"Un gran éxito". Así es como Pedro Sánchez ha valorado la maniobra de última hora entre PSOE, PP y comuns que este sábado permitió investir a Jaume Collboni como alcalde de Barcelona, pasando por encima del candidato más votado, Xavier Trias. En una entrevista en El País, el presidente español ha reivindicado este domingo que "la renuncia de Ada Colau" a formar parte del ejecutivo "dejó sin argumentos al PP". Ha expresado su orgullo por la conquista de la capital catalana y ha asegurado que "ahora se abre una etapa muy ilusionante para la convivencia y la transformación de la ciudad" porque Barcelona "vuelve a contar con un alcalde socialista, como en sus mejores momentos".

Sánchez se ha vanagloriado de que el PSOE es "la primera fuerzapolítica en Catalunya", hecho que considera "una gran noticia para España", porque, a su parecer, es la muestra que la situación en Catalunya se ha alejado de la del 2017 o 2019. Al ser preguntado sobre si los indultos a los presos independentistas o las reformas de la sedición y la malversación lo han penalizado electoralmente en las municipales en el Estado, el presidente español ha admitido que es posible que algunos votantes del PSOE no comprendan estas decisiones, pero ha subrayado que "la política es resolver problemas".

Sánchez cree que una coalición con Sumar sería más fácil que con Podemos

El líder socialista ha hecho un balance "muy positivo" del gobierno de coalición con Unidas Podemos y aunque la principal aspiración del PSOE sería poder gobernar en solitario, Sánchez ha dado por hecho que —en caso de que la aritmética lo permita— después del 23-J conformará un "gobierno de coalición progresista" con Yolanda Díaz y Sumar, que podría ser "más fácil y más funcional" que con Podemos, porque en la última legislatura ha habido buen entendimiento con la ministra de Trabajo.

En este sentido, ha reconocido que ha vivido momentos difíciles en la relación con Podemos, por ejemplo, en relación con la reforma de la ley del 'solo sí es sí', que ha reconocido que fue un error. "Asumo el error de la ley en primera persona y me disculpo y pido perdón, sobre todo a las víctimas de estas agresiones sexuales", ha afirmado. Aparte de hacer esta autocrítica, Sánchez ha atribuido los malos resultados del PSOE a las elecciones municipales a varios factores externos: las consecuencias de la pandemia, la desinformación de los medios de comunicación "alineados con postulados conservadores" y "una oposición desleal que bloquea".

Sánchez advierte que el 23-J se decide "si España avanza o retrocede"

La realidad es que no está claro que Sánchez pueda reeditar al ejecutivo una nueva legislatura, dado que los sondeos auguran un muy buen resultado para el PP. Con todo, el presidente español confía en poder dar la vuelta a las predicciones una vez se ha reagrupado la izquierda más allá del PSOE y se ha hecho evidente que los populares no tienen manías de pactar con la extrema derecha. "Estamos a tres puntos del PP y tenemos un plan económico definido, concreto y claro, y en frente no tenemos nada", ha asegurado. La estrategia de cara al 23-J, pues, será reivindicar las reformas impulsadas por el ejecutivo en la última legislatura y advertir de los peligros de un tándem PP-Vox.

Sánchez ha apelado a la necesidad de seguir "avanzando" porque "derogar supone retroceder 5, 15 o 20 años". En este sentido, ha señalado que el hecho de que el PP asuma los postulados y las políticas de Vox es todavía más peligroso que la existencia de la ultraderecha. "Estamos viendo el negacionismo de los consensos políticos, sociales y científicos", ha apuntado, en relación con la negación de la violencia de género o el cambio climático. Por otra parte, el presidente español se ha mostrado muy crítico con la disyuntiva que propone la derecha entre "Sánchez o España". "Si yo digo 'Feijóo o el planeta Tierra' o 'Feijóo o la felicidad' dirían que les estoy tomando el pelo", ha apuntado, y ha reivindicado la que, a su parecer, es la disyuntiva real: "si España avanza o retrocede".