Jordi Sànchez y Joaquim Forn comparecen hoy ante el Tribunal Supremo para defender su puesta en libertad. Sànchez lo hará, además, para defender sus derechos para ser investido president de la Generalitat y poder asistir al pleno de investidura que continúa parado a la espera de la resolución judicial.

El recurso de apelación es el paso previo para llevar el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en caso de que el Tribunal Supremo desestime una vez más la puesta en libertad de los presos políticos.

La sala de lo penal hará dos vistas por separado y escuchará los argumentos de todas las partes. Joaquim Forn y Jordi Sànchez estarán presentes cada uno en su vista y podrían hacer uso del último turno de palabra. Después el tribunal decidirá. Y no tiene por qué decidirlo en aquel mismo momento.

Está el precedente de Oriol Junqueras. El tribunal desestimó la petición tres días después.

Joaquim Forn y Jordi Sànchez llegarán al Tribunal Supremo en dos furgones diferentes procedentes de las cárceles de Estremera y Soto del Real. No está previsto ni tan solo que se vean dentro de las dependencias del alto tribunal, que no tiene calabozos. Como ya ha pasado en otras ocasiones, el tiempo de espera se hace pasar en los calabozos de la Audiencia Nacional, a pocos metros del Supremo y se trasladan los presos individualmente. La entrada se hace por la antigua puerta de caballerías y, por lo tanto, tampoco se verá como Forn y Sànchez entran en el Supremo.

Media hora para defender la libertad

En la primera vista, que se celebrará a las 10 de la mañana, se analizará el recurso de apelación presentado por Joaquim Forn contra la decisión del magistrado Llarena del 2 de febrero del 2018, en el cual le denegó la libertad después de considerar que persistía el riesgo de reiteración delictiva.

Media hora más tarde, a las 10.30 horas, tendrá lugar la segunda vista, que tiene que servir para estudiar el recurso de Jordi Sànchez contra el auto del juez del 6 de febrero que rechazó la petición de libertad del expresidente de la ANC.

La vista en relación con Jordi Sànchez es contra un auto del 6 de febrero y no contra el auto del 9 de marzo, en el que le denegó la libertad y el permiso de salida de prisión para acudir al pleno de investidura del 12 de marzo. Este recurso está en fase de tramitación.

Primero en el Supremo, después a Estrasburgo

La defensa de Sànchez había anunciado que presentaría un recurso contra la decisión de Llarena ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pero por un cambio de estrategia, decidió aparcar esta opción y centrarse en el Supremo. La defensa presentó un recurso de urgencia que se basa en los derechos fundamentales del candidato a la presidencia: "Vulneración de derechos fundamentales de mi mandante, de derechos fundamentales de sus votantes y grave lesión de valores fundamentales del ordenamiento constitucional, como la democracia, el pluralismo político, la autonomía política de Catalunya y la división de poderes, motivada por la denegación del permiso solicitado", defendía el escrito de los abogados.

Llarena rechaza la petición de Sànchez

El juez Llarena denegó a Jordi Sànchez la petición de salir de la prisión para poder asistir al pleno de investidura. El magistrado basó su decisión en el riesgo de reiteración delictiva y subrayó que los delitos que está investigando se desplegaron precisamente desde actuaciones legislativas y ejecutivas "claramente ilegales y desatendiendo de manera flagrante los controles constitucionales, judiciales e institucionales dispuestos en nuestra ordenación jurídica, lo cual se hizo en aplicación de una táctica que no ha sido excluida y que sigue teniendo apoyo actualmente".