"Estamos en el tiempo de los presupuestos". De esta forma se ha desentendido el presidente español Pedro Sánchez de la posibilidad de unas elecciones en caso de que las cuentas públicas sean tumbadas en el Congreso de Diputados. Desde México, el jefe del gobierno ha sujetado las fuerzas independentistas a separar la "recuperación de derechos" de la crisis catalana "de fondo", que se ha comprometido a resolver en otros espacios de diálogo.

"¿Qué tiene que ver la crisis de fondo, que el gobierno de España quiere resolver, con la recuperación del subsidio de paro para los mayores de 52 años, con la dependencia o con la sanidad pública?", ha preguntado Sánchez interpelando directamente a ERC y el PDeCAT. Aunque algunos ministros suyos sí que han hablado sobre elecciones, como la ministra de Hacienda Maria Jesús Montero, el presidente español ha esquivado esta posibilidad.

En este sentido, Sánchez también se ha dirigido a la oposición, al PP y Ciudadanos, a quienes ha pedido que "no veten la entrada al Congreso de unos presupuestos que son buenos, que tienen que ver con la recuperación de derechos."

Diálogo en Venezuela

Según ha explicado Sánchez después de la reunión con su homólogo mexicano, el gobierno español apoyaría si se estableciera un diálogo entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición venezolana, con la mediación de países europeos y latinoamericanos, que tenga como objetivo la celebración de unas "elecciones libres" para salir de la crisis que atraviesa el país. Ha dejado claro que no quiere "sacar o meter gobiernos", sino que los venezolanos se expresen en las urnas.

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador ha asegurado que, a pesar de las diferencias de posicionamiento —México no ha reconocido a Guaidó como presidente, a diferencia de muchos de sus vecinos—, coincide con España en la necesidad de un diálogo entre las dos partes que podría permitir salir del callejón sin salida.