Quienes conocen al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aseguran que tiene siete vidas y que en los momentos de su carrera donde todo apuntaba que fracasaría, acababa remontando. Parte de ese "talante" reside en la negativa de aceptar cuando vienen mal dadas y esa es la imagen que ha proyectado este domingo electoral en Zaragoza. Rodeado de su "Gobierno del Cambio", todos los ministrables han asegurado que sería presidente, a pesar de las encuestas que le dan como tercera fuerza. Ahora bien, en los partidos no todas las opiniones pesan por igual.

Lejos de los halagos de su flamante núcleo duro, ha sido una personalidad menos conocida por la opinión pública la que ha alzado poco la voz, pero con un mar de fondo que pasa desapercibido para el ojo no experto. "El Estado", o también conocido como José Enrique Serrano, ha asegurado que después del 26-J Sánchez lideraría la presidencia española. "Hay quien quiere rereconstruir la sanidad, la educación... ¿y sabéis quién está detrás de todo esto? Pedro Sánchez", ha afirmado en una alusión velada al relato de Podemos.

Serrano no sólo es un histórico dentro del partido socialista, también es una de las figuras que lideró el equipo negociador del PSOE, durante los cuatro últimos meses de reuniones para la investidura. Estratega bien preciado entre las filas de Ferraz, él sabe en qué puntos programáticos se podría producir el encaje con sus rivales. Puede que no fuera casual, o al menos una alegoría, el hecho de que el mitin se haya producido en Aragón, comunidad donde la formación morada, liderada por Pablo Echenique facilitó el gobierno al socialista Javier Lambán.

Pero los socialistas no están dispuestos a dejarse invadir terreno. "Si alguien pretende robarnos nuestra historia, apoderarse del sacrificio de millones de socialistas, no lo permitiremos. Estamos orgullosos de nuestra historia", ha exclamado el diputado por el País Vasco, Patxi López, que ha sido el más aplaudido por los más de 1.400 asistentes. La alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlon, también ha alentado a los suyos para evitar el desánimo, en tanto que estaría en juego "el país y las políticas sociales", como ha indicado.

El elenco de personalidades que han acompañado a Sánchez ha pasado también por el ministrable de Sanidad, Rafael Bengoa, o la jueza Margarita Robles, quien ha lamentado que Podemos "quisiera" decir a los jueces qué tienen que hacer. La confrontación respecto de Pablo Iglesias ha continuado de la mano de Sánchez, que nunca critica a Podemos, pero sí a su líder. "Cuando está con Garzón, es comunista; cuando está con Errejón, peronista; cuando está conmigo, socialista", le ha espetado, ante la risa de los suyos.

Lambán y el eje Cantábrico-Mediterráneo

Cuidándose mucho de recordar que él gobierna gracias a Podemos, el presidente de Aragón ha reclamado nuevamente el eje Cantábrico-Mediterráneo, en un momento en que la formación morada parece titubear respecto de la construcción del Corredor Mediterráneo. "Hay que hacer que Aragón tenga en España el gobierno que se merece. Hay aragonesizar España", ha afirmado. Así las cosas, si todos ven a Sánchez presidente, debería ser con los votos de Podemos, a la luz de las encuestas, entente donde Lambán podría intervenir para darles buenos consejos.