Pedro Sánchez ha tenido la foto que quería: la de la unidad. El PSOE ha abierto su 40.º Congreso Federal este sábado en la Feria de València. Y lo ha hecho con una imagen muy potente: la de los expresidentes José Luís Rodríguez Zapatero y Felipe González apoyando al actual secretario general socialista. El primero, no ha dudado en cerrar nuevamente filas con Sánchez. El segundo, lo ha tenido que hacer, como siempre, a su manera, con algún dardo envenenado más o menos disimulado. El primero con más entusiasmo. El segundo con menos. Pero allí ha quedado la fotografía. Los dos juntos, uno a cada lado de Sánchez. Los dos recibidos con una larga ovación de los 1.000 delegados y 4.000 invitados del cónclave socialista.

Primero ha intervenido José Luis Rodríguez Zapatero, el expresidente socialista que ha acompañado al presidente Sánchez en los momentos más delicados, como en la concesión de los indultos. Incluso ha planteado posicionamientos más atrevidos y valientes, como en la situación del president Carles Puigdemont. Desde el auditorio de València, el exdirigente socialista ha reivindicado que este será "el congreso de la unidad, el futuro, la socialdemocracia y la decencia". Zapatero ha querido reconocer la "ingente y transformadora" que llevó a cabo el gobierno de Felipe González y ha dicho que ahora "hay que arrimar el hombro" con Pedro Sánchez. "Es un gobierno que ha enfrentado la crisis más difícil con la mejor sensibilidad y el mejor compromiso social", ha defendido Zapatero, que ha asegurado que este cónclave va a servir para "ganar los próximos ciclos electorales". Ha dedicado una parte importante de su discurso a hablar de la revolución feminista, y ha deseado que "se abra de forma definitiva la puerta" a la abolición de la prostitución.

Acto seguido, ha sido el turno de Felipe Gonzlez, mucho más crítico con las decisiones del gobierno de coalición o sobre Catalunya. También le ha arropado, pero, como siempre, a su manera. El expresidente español ha tirado de ironía: "Yo me siento muy orgulloso se ser de los pocos que quedan del régimen del 78. A mucha honra. Tendrían que dar un premio al inventor de la frase. Cuando hablan de régimen del 78, definen perfectamente lo que pasó: un régimen acabó y otro empezó". Ha vinculado esto para apoyar a Sánchez en su reclamo al PP para que desbloquee el CGPJ: "Lo que me hace duele no es que los que están en contra de la Constitución no la respeten, sino que los que dicen defenderla no cumplan los mandatos constitucionales. Eso no ha pasado nunca con el PSOE". También ha apoyado a la actual dirección socialista en el concepto de España "multinivel" con un reparto competencial, ante las críticas de la derecha. Les ha recordado que no es un "invento" de Pedro Sánchez, sino alemán. La frase final ha sido la más clara, dirigiéndose a Sánchez: "Mi lealtad es con un proyecto que encabecé y que ahora encabezas tú".

Pese a todo, González no se ha ahorrado algunos dardos envenenados, como cuando ha reivindicado la figura de Carmen Alborch que representa "el feminismo que de verdad ha hecho avanzar la igualdad". También, sin decir nombres, ha dicho que "repugna los tiranos, de cualquiera signo, se disfracen con la bandera con que se disfracen". Finalmente también ha reivindicado que "no dice todo lo que piensa", pero que sí que "dice lo que piensa" y "piensa lo que dice". En este sentido, en términos abstractos, ha reclamado a Sánchez que "estimule" la crítica. Durante el largo speech se ha dedicado más a hablar de su libro (su Gobierno) que de otra cosa.

Los barones también cierran filas

Es un congreso a la búlgara, sin disensiones. Incluso los más críticos han cerrado filas con la actual dirección de Ferraz. Es el caso del extremeño Guillermo Fernández Vara, o de la expresidenta andaluza Susana Díaz, hoy apartada en el Senado, que ha asegurado en declaraciones a los medios que "si era útil que yo viniera, yo estoy aquí". En unos términos similares se ha pronunciado al purgado José Luis Ábalos, exministro de Transportes y exsecretario de organización del PSOE, responsable justamente de la pacificación interna. El socialista valenciano ha asegurado que se ha acercado a "apoyar" el actual proyecto. Todo por la "unidad" en el congreso más pacífico del PSOE en años.