La geometría variable de Pedro Sánchez ha ganado, esta semana, a un nuevo socio. Al menos, después de mantener contactos con el Gobierno, el PP ha dado apoyo al decreto de nueva normalidad, después de meses de confrontación y crispación. Ahora desde La Moncloa quieren prorrogar este entendimiento. La portavoz María Jesús Montero ha asegurado que espera que estos votos favorables sean "el inicio de un cambio de actitud". Por eso le ha reclamado que cierre filas con el ejecutivo en Europa, en la negociación del fondo de recuperación comunitario.

Sin embargo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este viernes, la portavoz española ha confiado en retener también a Esquerra. Ha asegurado que "quiere pensar que ERC está en la mayoría" del gobierno como formación de izquierdas que es. "Tiene una orientación hacia la izquierda, el progreso de nuestro país, que permite puntos de encuentro. Allí es donde nosotros nos queremos encontrar", ha asegurado la dirigente socialista. En este sentido, ha dicho que "no se entendería que una formación de izquierdas, como es ERC, no apoyara unas cuentas públicas o iniciativas legislativas que buscan proteger a las personas más vulnerables".

Pero se ha dirigido especialmente a Pablo Casado. La dirigente socialista ha deseado que "ojalá esta nueva normalidad sea el inicio de una nueva actitud". Ha reclamado a los populares extender este apoyo a "ámbitos críticos, como el ámbito de la Unión Europea." Como primer paso, ha instado los populares a "retirar el documento infame" que presentó a la Comisión Europea "criticando nuestro país como un lugar donde los derechos democráticos no se respetan".

En este contexto, Montero ha aprovechado para promocionar la candidatura de la vicepresidenta económica Nadia Calviño al frente del Eurogrupo. Ha subrayado que es "la mejor aspirante" y ha recordado que "España representa una pieza fundamental en el engranaje europeo". Por todo eso, ha reclamado a la formación de Pablo Casado que ponga de su parte en Europa y "no priorice sus intereses partidistas en los del país".

"La continuidad en esta actitud es lo que marcará la sinceridad en esta posición", ha asegurado la portavoz del Gobierno. Ha reclamado "continuidad" a esta actitud de diálogo y entendimiento, que no sea "un paréntesis electoral" por los comicios del País Vasco y Galicia. "El Gobierno quiere llegar a acuerdos con el principal partido de la oposición", ha concluido María Jesús Montero, que ha dicho que la pelota está en el tejado de los populares. "Necesitamos una derecha moderada, no que vaya de la mano de la ultraderecha", ha avisado. Todo dependerá de si prioriza la "política útil".

Mesa de diálogo sin fecha

Por contraste, desde La Moncloa todavía no son capaces de fijar una fecha para la mesa de diálogo entre el Estado y la Generalitat. Fuentes del ejecutivo apuntan hacia la segunda quincena de julio, una vez pasadas las elecciones vascas y gallegas. Montero ha señalado que, cuando este momento se aproxime, los gabinetes se pondrán en contacto y lo acordarán.