Primer triunfo político del PP en la Conferencia de Presidentes que se celebrará el viernes en Barcelona. Después de días de tira y afloja, el gobierno de Pedro Sánchez ha cedido y aceptará incluir en el orden del día del cónclave todos los temas que reclamaban que se abordaran las autonomías gobernadas por el partido de Alberto Núñez Feijóo. Desde las filas populares, incluso se había amenazado de plantar la cita. Sin embargo, para salvar la cumbre, el ejecutivo español ha confirmado en rueda de prensa que incluirá todas las carpetas exigidas por los populares. “Se van a incluir todos, hasta la última coma, en su absoluta literalidad”, ha anunciado la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría. “Entre otras cosas, porque nosotros creemos en la institucionalidad de este órgano y cumplimos con el Reglamento”, ha justificado. Sin embargo, ha acusado al PP de querer “entorpecer el diálogo” con una batería tan amplia de cuestiones y ha esgrimido que hay debates que “se tienen que abordar en otros órganos” y que “hay que ser respetuosos con la separación de poderes”. Poco después, el número dos de Isabel Díaz Ayuso en el Gobierno de Madrid, Miguel Ángel García Martín, lo ha celebrado: “El Gobierno solo acierta cuando rectifica. A pesar de los intentos de silenciar la voz de las comunidades autónomas, se tendrán que abordar los puntos propuestos por las regiones del PP”.
Fue el lunes a última hora cuando todos los barones del PP enviaron una carta al Ministerio de Política Territorial reiterando los asuntos que querían añadir en el orden del día. Dos de los temas de cabecera tienen que ver con los pactos entre el PSOE y el independentismo: el control de fronteras y política migratoria como “competencia exclusiva” del Estado (como reacción al pacto entre Junts y el PSOE para el traspaso de las competencias en inmigración a la Generalitat) y la reforma de la financiación autonómica, con la inmediata actualización de las entregas a cuenta y la retirada del proyecto de ley de condonación de la deuda (acorada entre los socialistas y ERC). Asimismo, también querían hablar del acceso a la vivienda y la lucha contra la ocupación, de la retirada de los proyectos de ley de reforma del Poder Judicial y del Estatuto del Ministerio Fiscal, de un nuevo plan energético, de inversiones en infraestructuras críticas para afrontar el “caos ferroviario”, del “déficit” de profesionales sanitarios y de la financiación de la dependencia y del primer ciclo de educación infantil. A tres días de la cita, el Gobierno es pesimista de llegar a cualquier acuerdo viendo el clima político: “Tenemos que recordar que dos días después se manifestarán en Madrid contra la supuesta mafia”, recuerdan fuentes de la sala de máquinas de la Moncloa.
El PP tiene la capacidad de controlar el orden del día de la cita porque el Reglamento de la Conferencia de Presidentes contempla, en el artículo 5, que se incluyan otros asuntos solicitados por la mayoría de los representantes de las comunidades autónomas, una proporción que supera con creces el PP, que ostenta trece de las diecinueve presidencias. El pasado miércoles, en el Comité Preparatorio, el ministro Ángel Víctor Torres no aceptó todas las demandas de los populares, que votaron en contra del orden del día y abocaron la Conferencia de Presidentes a un futuro incierto. Finalmente, el Gobierno se ha acabado autoenmendando. De hecho, en la última Conferencia de Presidentes, que se celebró en Santander en diciembre, el PP hizo el mismo movimiento y consiguió que se hablara de la financiación autonómica.
Feijóo reclamaba a Sánchez que “se someta” a la ley: “Si quiere incumplirla, será su responsabilidad”
La presión del PP se había multiplicado en las últimas horas. Los populares (tanto desde los territorios como desde Génova) dirigían la presión y las amenazas hacia el Palacio de la Moncloa para que se incluyeran los temas que ellos habían puesto encima de la mesa. Pocos minutos antes de la rueda de prensa del Consejo de Ministros, Alberto Núñez Feijóo ha interpelado directamente al presidente español: “Si Pedro Sánchez quiere convocar una Conferencia de Presidentes, que se someta a la ley y que la convoque de acuerdo con las propuestas de orden del día de la mayoría de presidentes autonómicos y se celebrará. Si no quiere convocar una Conferencia de Presidentes y simplemente quiere incumplir la ley, será su responsabilidad y no la de los presidentes que quieren cumplir la ley”, ha esgrimido. Además, ha considerado que si el Gobierno no aceptaba las propuestas del PP sería una Conferencia de Presidentes “ilegalmente convocada”.
Desde el Congreso, Miguel Tellado se había expresado en la misma dirección. El portavoz parlamentario del PP había advertido al presidente español que “se equivoca si cree que va a tomar el pelo” a los presidentes autonómicos del PP, había sostenido que el Gobierno “tiene la pelota en su tejado” y había lamentado que se estaba produciendo una “vulneración flagrante” del Reglamento de la Conferencia de Presidentes. “El Gobierno cree que los presidentes autonómicos están a su servicio. Pues se equivoca. Los presidentes autonómicos del PP están al servicio de los ciudadanos a los que representan”, ha apostillado.
Las alarmas se encendieron el lunes al mediodía cuando el portavoz del PP, Borja Sémper, abrió la puerta a que los presidentes del PP no acudieran a la cita. “La responsabilidad de lo que pase, única y exclusivamente, será del Gobierno, por un uso torticero de la Conferencia de Presidentes y por incumplir la norma”, argumentó en rueda de prensa. A última hora de la noche, todos los barones populares enviaron una carta reiterando los asuntos que querían incorporar en el orden del día y exigiendo a Sánchez que “permita debatir de los temas que de verdad preocupan a los españoles”. A lo largo de la mañana, y antes del anuncio de la Moncloa, su desafío ha ido escalando.
Juanma Moreno creía que era “difícil” acudir a una reunión “sin orden del día”
Uno de los más claros, aunque suele ser la voz del ala moderada del partido, había sido el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. En unas declaraciones a los medios de comunicación en Sevilla, había reconocido que sería “difícil” acudir a una Conferencia de Presidentes “sin orden del día”. “Sin orden del día, no puede haber Conferencia de Presidentes, y ahora a quien le toca y corresponde asumir la responsabilidad es al Gobierno. Si cumple con el Reglamento y atiende la petición de nuestro orden del día, las cosas se podrán desarrollar conforme a las normas establecidas y todo funcionará”, había subrayado. “Nosotros esperamos es que el Gobierno cumpla con las normas vigentes, porque estamos muy acostumbrados a que el Gobierno no solamente no respete, sino que incumpla de manera sistemática y reiterada las normas”, había añadido el presidente andaluz.
Jorge Azcón confiaba ir a Barcelona: “No quiero ni pensar que el Gobierno vaya a incumplir el Reglamento”
Desde Aragón, Jorge Azcón también había apelado a la responsabilidad de la Moncloa. “No quiero ni pensar que el Gobierno vaya a incumplir el Reglamento y las leyes que dicen que una mayoría puede incluir esos asuntos en el orden del día”, había verbalizado al ser preguntado por esta cuestión. “Estoy convencido de que no les va a quedar otra que cumplir con el Reglamento”, había subrayado. Y no había aclarado si se planteaba no viajar a Barcelona. “El orden del día es algo tan sencillo como que se tiene respetar la democracia. […] Nosotros queremos que se hable realmente de lo que preocupa a los aragoneses”, había justificado.
La vicepresidenta de Mazón presionaba a Sánchez: “Si no quiere, demostrará que la convocatoria es un paripé”
Por su parte, la vicepresidenta y portavoz del gobierno valenciano, Susana Camarero, había mostrado su confianza en la recapitulación de la Moncloa, como ha sido. “Claro que queremos ir, pero no para que Sánchez se haga una foto y consiga que se hable solo de que a él le interesa, queremos hablar de lo que de verdad importa a los españoles. Si acepta el orden del día tal como establece el Reglamento, estaremos encantados de acudir”, había replicado en la rueda de prensa posterior al Consell Executiu del País Valencià. “Si no lo acepta, estará incumpliendo el Reglamento, no tendremos orden del día y tendrá que dar explicaciones el presidente del Gobierno”, había insistido. “La pelota no está en las comunidades autónomas, está en el tejado del Gobierno. Está en la mano de Pedro Sánchez decir si quiere Conferencia de Presidentes o no. Si no quiere Conferencia, se demostrará que la convocatoria es un paripé y una huida hacia adelante”, había concluido.