Como era de esperar, Pablo Iglesias ha sido el principal blanco de los ataques de la derecha en el Congreso de los Diputados. Lo han atacado Pablo Casado y Santiago Abascal dirigiéndose a Pedro Sánchez, pero también en preguntas a otros ministros. Ante esta ofensiva, el presidente español ha cerrado filas con su vicepresidente segundo durante la sesión de control en el Congreso. El líder de Podemos tiene su "más absoluta confianza", como también la tiene el resto del ejecutivo. No obstante, Sánchez ha querido poner el foco en Casado, a quien ha acusado de convertir el PP en un "partido antisistema" y de "ponerse de perfil" con Vox. A preguntas de la CUP, el dirigente socialista también ha defendido su gestión del conflicto catalán, diciendo que ha conseguido "desjudicializar" el conflicto, a pesar de aquellos casos en que ha habido desobediencia a "advertencias judiciales".

El primero en preguntar ha sido Pablo Casado, que como es habitual le ha hecho un cóctel de reproches, desde los "60.000 muertos" por coronavirus hasta la posible imputación de Pablo Iglesias, pasando por la reforma del sistema de elección del CGPJ "a la polaca". Sobre este último punto, le ha enviado una advertencia: "A mí no me presiona nadie, y menos alguien como usted". Si no rectifican, ha añadido, acudirán al Tribunal Constitucional y si hace falta a los tribunales europeos. El líder del PP le ha pedido que expulse a Unidas Podemos de su gobierno para poder negociar. "En Europa ya ven este país como un estado fallido, pero el único fallido es usted", ha concluido.

En primer lugar, Pedro Sánchez ha respondido que "el vicepresidente segundo y todos los ministros tienen mi más absoluta confianza", y que a diferencia del gobierno Rajoy, este ejecutivo no tiene "ni condenados ni imputados". Acto seguido, le ha reprochado que "todavía no sabemos qué hará el PP" en la moción de censura de Vox, si votará a favor, en contra o "se pondrá de perfil". El presidente español ha lamentado que desde que Casado lidera el PP "ha dejado de ser un partido de estado y es un partido antisistema que no cumple la Constitución". Le ha instado a "rectificar y centrar su partido". Y ha remachado: "Rectifique antes de que sea muy tarde para usted y su partido".

Santiago Abascal, a su vez, ha reclamado a Pedro Sánchez que "pida perdón a los españoles y se marche de una vez". Pero el presidente español le ha hecho poco caso, y ha seguido dirigiéndose a Pablo Casado. Al líder de Vox le ha rebatido que "este es un gobierno legítimo" y que "afortunadamente la legitimidad la dan los españoles con sus votos, no usted o el señor Casado".

La CUP avisa sobre "nuevos embates"

También ha preguntado la diputada de la CUP, Mireia Vehí, que ha acusado al Gobierno de instalarse en el "inmovilismo" ante el conflicto catalán. La mesa de diálogo, ha dicho, sólo ha servido para tres cosas: "una foto, un presidente inhabilitado y unas elecciones forzadas por la judicatura española". Pero no ha servido para una "solución colectiva", que no pasa por los indultos a los presos políticos. En este sentido, la parlamentaria anticapitalista ha avisado de que, cuando pase la pandemia, vendrán "nuevos embates del independentismo" como el 1-O o las movilizaciones del Tsunami.

En su réplica, Pedro Sánchez ha defendido la tarea de su gobierno para la desjudicialización de la política, a través de la mesa de diálogo y de una "agenda del reencuentro que no es partidista". Por todo esto, ha tendido la mano a todos los partidos catalanes "para superar una etapa negra de confrontación entre catalanes y entre Catalunya y el conjunto de España".

Iglesias se defiende

Iglesias también se ha tenido que enfrentar a los ataques directos del PP y Vox. En respuesta a Teodoro García Egea, mano derecha de Casado, el vicepresidente español le ha recomendado que hable con los "buenos juristas" que hay en su partido si no sabe de derecho: le dirán que el Tribunal Supremo no aceptará la imputación. En la misma línea que Sánchez, les ha reprochado su estrategia: "Fraga era muy de derechas pero muy inteligente. Si viviera y los viera en un vídeo con Hermann Tertsch defendiendo al rey los expulsaría del partido". A Vox les ha dicho que "les gustaría ser terribles fascistas" pero que "no pasan de reaccionarios acomplejados".