El primero que ha hecho el presidente español en funciones Pedro Sánchez en su visita de este lunes en Barcelona ha sido pisar la sede de la Jefatura de la Policía Nacional a Catalunya, situada en la via Laietana, para felicitar a los mandos y agentes del cuerpo por el operativo de esta semana postsentencia.


Sánchez ha llegado a la sede del Cuerpo de Policía Nacional a las 11 de la mañana y ha saludado a los mandos del Cuerpo de Policía Nacional en Catalunya acompañado del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera. La visita ha durado veinte minutos. En el exterior de la Jefatura los vehículos que pasaban por la vía pública han hecho sonar los cláxones.

En un discurso a los jefes de la policía, Sánchez ha definido Barcelona como "teatro de operaciones de los radicales y los violentos para trasladar al exterior su respuesta". El jefe del ejecutivo también ha llamado a la calma y ha instado a los agentes a ser conscientes de que las protestas de los independentistas se han convertido en algo "mucho más extraordinaria de lo que realmente es".


Sànchez también ha trasladado a los agentes de vía Laietana la prioridad de "demostrar la moderación de las fuerzas de seguridad del Estado" estos días para asegurar la coordinación con el resto de cuerpos.

También les ha agradecido su vocación de servicio público, que considera que estos días "no se ha valorado lo suficiente" y para él y para los españoles, es un "orgullo". El discurso ha concluido con el aviso que la crisis no ha acabado y que hay "que "persistir".

Decenas de personas se han agrupado en la sede de la Jefatura y han esperado la salida de Sánchez, entre gritos de "fascista".


La comitiva, según el previsto, ha visitado acto seguido los agentes del CNP ingresados en el hospital Sagrat Cor.


Como pasó el sábado con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la visita no se ha anunciado hasta primera hora de la mañana para intentar evitar protestas organizadas.

El viaje del jefe del Gobierno se produce en un momento de incomunicación absoluta con la Generalitat tras la negativa a hablar con el presidente Quim Torra.

El presidente al exilio, Carles Puigdemont se ha referido a la visita de Sánchez a Barcelona y ha criticado que haga distinciones entre los heridos. En un tuit, ha asegurado que un gobernante tendría que desear que todos los heridos, policías y ciudadanos, se recuperen.