Después de una nueva jornada de cruce de cartas con el president, Quim Torra, el responsable del Gobierno, Pedro Sánchez, ha llegado a primera hora de la tarde a Bruselas, donde participará en el Consejo Europeo que tiene que debatir sobre presupuestos. Desde allí ha advertido sobre las dificultades que tendrá que hacer frente la mesa de negociación entre los gobiernos catalán y español. "Seamos muy conscientes de que vamos a una negociación muy larga, muy prolongada en el tiempo, y compleja como consecuencia de los muchos temas que se han ido anquilosando por falta de diálogo entre las anteriores administraciones", ha advertido.

Ante esta situación ha reclamado generosidad, responsabilidad y altura de miras, y ha apuntado su receta para conseguir que la mesa de negociación arranque y dé resultados: "Lo más importante es que hablemos en primer lugar de las cosas en las que podemos llegar a acuerdos de manera mucho más fácil, no empezar por conclusiones, sino por cuestiones que lógicamente podemos estar más de acuerdo las dos administraciones".

No ha concretado a qué cuestiones se refería. Desde el Govern se ha dejado claro que la agenda de esta mesa de negociación tiene que basarse en dos puntos, la autodeterminación y la amnistía, pero desde el ejecutivo español se ha querido incluir el documento con 44 temas relativos al autogobierno, con que Sánchez se presentó en el Palau de la Generalitat y que Torra quiere remitir a la comisión bilateral Estado-Generalitat.

En sus declaraciones, Sánchez se ha limitado a insistir en su agenda para el reencuentro y se ha preguntado: "¿Quién se opondrá a que la sociedad catalana se reencuentre? ¿Después de diez años de crisis, conflicto y falta de concordia?", y quién se opone a que se reencuentre Catalunya y el conjunto de España.

De momento, ha dejado claro que la Moncloa no contempla la posibilidad de incluir al mediador que reclama el gobierno catalán y ha insistido, como ya explicó en el Palau de la Generalitat, en que este papel lo asumirán los 47 millones de españoles, que serán "perfectamente conocedores" de lo que se aborde en esta mesa, que funcionará con transparencia, por lo cual, la sociedad española sabrá todos los acuerdos a los que se pueda llegar.

Sánchez ha llamado a superar "las diferencias y discrepancias" y a abrir "las vías de diálogo entre los dos gobiernos" y ha insistido en que el ejecutivo español también representa a una parte muy importante de los catalanes. "Iremos con el mejor de los espíritus y la mejor de las disposiciones", ha asegurado, además de reiterar la voluntad de devolver este debate al terreno de la política y evitar la judicialización.