El presidente español Pedro Sánchez y parte del Gobierno se han reunido esta mañana telemáticamente con los presidentes autonómicos para valorar la situación del coronavirus y para empezar a definir más detalles del fondo Covid de 16.000 millones que el Gobierno pondrá a disposición de las autonomías. Una reunión que ha ido marcada por los reproches liderados por la Comunidad Valenciana y Andalucía sobre la gestión de la desescalada. Ante estos reproches, desde el ejecutivo han remarcado la necesidad "de evitar trasladar agravios entre comunidades" porque "forzar el ritmo nos puede costar muy caro".

Sobre el fondo Covid, la portavoz y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha evitado dar una cifra para cada comunidad, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, no ha querido poner una fecha para cuando todos los territorios españoles podrán avanzar hasta la fase 1.

Una Moncloa bastante optimista, que ha celebrado que "se ha cumplido el objetivo de la semana de no superar el 0,5% de crecimiento de contagios" y que no deja de congratularse por cada nueva decisión, como el estado de alarma, algo que Montero ha defendido como "la única herramienta constitucional que permite restringir derechos fundamentales como la movilidad, de manera que es el mecanismo más garantista y tendrá que estar vigente hasta que el gobierno considere que la movilidad se tiene que restringir".

En este sentido, y en la línea de lo que reivindicó ayer el presidente español Pedro Sánchez, "el estado de alarma no responde a un proyecto político", motivo por el que Montero ha pedido actuar "con lealtad y no trasladar falsos agravios" entre territorios durante la desescalada y ha advertido que "forzar el ritmo nos puede costar muy caro", tanto desde el punto de vista sanitario, en vidas humanas, como económico.

"Lo realmente grave sería alejarse de este criterio sanitario y dejarse llevar por consideraciones de tipo político o de cualquier otra índole", ha señalado Montero. Al mismo tiempo ha asegurado que entiende que pueda haber una cierta decepción entre los territorios que seguirán en la fase 0, pero ha insistido con la prudencia: "Correr más de lo que podemos nos puede volver a esta casilla de salida, y eso no nos lo podemos permitir ni como país ni como sociedad".

Según sus palabras, los responsables políticos que se han reunido este domingo han coincidido en la necesidad de actuar con "máxima cautela y lealtad". Para avanzar en las fases de la desescalada, ha explicado, se utilizan criterios "objetivos" relacionados con la evolución de virus en cada territorio, la capacidad asistencial de los centros sanitarios y su capacidad de detectar y hacer seguimiento de los casos.