El presidente español, Pedro Sánchez, ha afirmado ante el rey Felipe VI que Euskadi y España son "países libres" y ha desencadenado una tormenta de indignación en el Partido Popular y Ciudadanos. Sánchez ha presidido en Ermua un acto de homenaje a Miguel Ángel Blanco con motivo del 25 aniversario de su asesinato por ETA. En un momento del discurso, el jefe del ejecutivo español ha pronunciado esta frase: "Si hoy Euskadi y España son países libres y en paz, es gracias a todos los que apostaron por la unidad de los partidos políticos delante el terror". Estas palabras han sido recibidas con total estupefacción desde el Partido Popular y Ciudadanos que han desatado su indignación contra Sánchez. Desde "traidor", "hispanófobo", "asco", "infamia"... De hecho, antes y después del acto, los asistentes han regañado con gritos de "¡Fuera!" a Sánchez para mostrar su malestar con la presencia del socialista en el homenaje a la víctima del terrorismo.

Después de oír su discurso, las redes sociales se han llenado de mensajes muy duros por parte de los dirigentes de la derecha españolista, recriminándole su "error" y su "traición" contra las víctimas del terrorismo como Miguel Ángel Blanco. La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha cargado: "Sólo alguien con tan pocos escrúpulos como Sánchez puede estar en la misma semana aquí, intentando estar al lado de las víctimas, y mientras tanto, pactando la desmemoria democrática con Bildu". El líder de Ciudadanos en Catalunya, Nacho Martín Blanco, ha definido a Sánchez como uno "poca vergüenza". La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, también se ha apuntado a la fiesta y ha asegurado que el Sánchez "es capaz de hacer cualquier cosa para aferrarse al poder". La cuenta oficial del partido de extrema derecha Vox ha afirmado sin pelos en la lengua que Sánchez "ha hablado con el mismo lenguaje que el separatismo vasco".

Felipe VI no se ha movido ni un milímetro, mientras que Sánchez afirmaba que Euskadi es un país libre. Sin embargo, más tarde, cuando ha subido al atril, ha declarado: "No nos podemos permitir que haya generaciones que ignoren lo que pasó en estos dolorosos días de nuestra historia; que no sepan como y por qué unió nuestra conciencia colectiva; que desconozcan alguna cosa que también contribuyó a asentar nuestra convivencia o el masivo movimiento que hubo en España después de un asesinato que marcó tanto nuestra vida democrática". "Seguimos perseverando", ha añadido como cierre, "para que lo vivido no caiga en el olvido; para que la unidad nos convoque en torno a nuestra historia reciente; para que el espíritu de Ermua nos recuerde, cada día, el valor de la paz, de la vida, de la libertad y de la democracia". Como su llegada a Ermua, gritos de "viva el Rey" han acompañado el final de su intervención. El acto de homenaje ha sido constantemente rodeado de polémica. Incluso no han asistido a todas las asociaciones de víctimas como protesta por los pactos del Gobierno con EH Bildu. Se han ausentado la Asociación Víctimas del Terrorismo y la Asociación dignidad y Justicia.