Los presidentes Pere Aragonès y Pedro Sánchez se reunirán en la Moncloa el próximo viernes, 15 de julio. Así lo han anunciado el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, después de reunirse con la consellera Laura Vilagrà en el Palau de la Generalitat. El encuentro entre Vilagrà y Bolaños ha servido para cerrar un "acuerdo metodológico para reforzar el proceso de negociación entre los dos gobiernos". "Era un documento necesario para reanudar la negociación", ha subrayado Vilagrà durante su comparecencia posterior. Según la consellera, la reunión entre los dos presidentes tiene que ser el primer paso en la recuperación de las relaciones, y ha insistido en que "lo que pasará el mes de julio será muy relevante" para normalizar las relaciones y dar por cerrada la crisis por el espionaje.

 

El documento aprobado, de dos páginas, bajo el título de Acuerdo marco por el diálogo y la negociación no aporta novedades concretas a la negociación ni a su metodología. Eso sí, apuesta por superar la judicialización "garantizando la seguridad jurídica" y la búsqueda de acuerdos en el marco de la vía política y pactada para resolver el conflicto. Asimismo, se apuesta por convocar la mesa de diálogo como mínimo dos veces este año, de manera pública. No hay ninguna referencia explícita al CatalanGate, y se limita a incluir un compromiso para garantizar los derechos fundamentales y la libertad ideológica, "rechazando mecanismos ilegítimos" que vulneren estos derechos.

 

El último encuentro de los dos presidentes fue en el Palau de la Generalitat el 15 de septiembre del año pasado. Fue el mismo día en que la mesa de diálogo celebraba su reunión en el Palau y, como conclusión, las dos partes se emplazaron a una nueva cita a principios de este año, que no se llegó a convocar. El mes de abril el escándalo provocado por las escuchas del CatalanGate acabó provocando la congelación de las relaciones entre los dos gobiernos.

Fue precisamente a raíz del escándalo provocado por el espionaje con Pegasus, que el Govern reclamó explicaciones y un nuevo encuentro de los dos presidentes para recibir la información de primera mano. Pocos días después de que se revelaran las escuchas, Vilagrà y Bolaños se reunieron en la Generalitat. Entonces, la consellera tildó de insuficientes las explicaciones recibidas. El 22 de junio los dos políticos se volvieron a encontrar en Madrid, entre las protestas de los socios de Junts que reprocharon que no habían sido informados. La consellera reclamó entonces "garantías" para rehacer las relaciones y acordaron que la reunión entre los dos presidentes se celebraría antes del verano. Finalmente, esta mañana se ha anunciado la fecha después de hora y media de entrevista entre los dos políticos.

Vilagrà ha advertido que el diálogo con el Estado está pendiente de tres carpetas, aparte del acuerdo metodológico acordado hoy, la que se refiere a detener la represión y la de reconstruir confianzas. "Sin estos dos elementos no podemos normalizar las relaciones", ha remachado.

Por lo que respecta al documento aprobado hoy, la consellera ha subrayado que se defiende el diálogo y la necesidad de confianza mutua como método para superar el conflicto entre Catalunya y España; se apuesta por la finalización de la judicialización del conflicto, el respeto por los planteamientos políticos e ideológicos y el reconocimiento de la legitimidad de todas las opciones políticas, por lo cual exige acabar con la criminalización del movimiento independentista. Finalmente, ha insistido que será necesario hacer propuestas para buscar soluciones al conflicto político y profundizar en medidas que permitan recuperar la confianza.

"Hoy hemos hablado de este documento y de los que tienen que venir, paso a paso. El cambio es el hecho de que una negociación entre dos gobiernos se iguale por lo que respecta a las fuerzas. Este documento pretende trabajar estos aspectos que hasta día de hoy no nos permitía hablar en igualdad de condiciones. Es un primer paso", ha explicado la consellera.

Por su parte, el ministro ha asegurado que se trataba de un acuerdo muy importante, aunque ha dedicado la mayor parte de su intervención a valorar los avances en la agenda del reencuentro de Pedro Sánchez, entre los cuales ha situado la reducción de la conflictividad entre los dos gobiernos, que han conseguido esquivar con 10 normas acudir al Tribunal Constitucional, y los cumplimientos de las inversiones —a pesar de las protestas del Govern porque el año pasado solo se cumplieron una tercera parte de las inversiones del Estado previstas—, aparte de los indultos.

De la mesa a la mesilla

El encuentro de hoy ha empezado pocos minutos después de las 11 de la mañana y ha aportado una nueva imagen del proceso de descongelación de las relaciones. La consellera ha dispensado al ministro el mismo recibimiento que tuvo ella en la Moncloa el pasado 22 de junio y ha salido a recibir a Bolaños a la puerta del Palau de la Generalitat. Acto seguido se han dirigido al despacho de Vilagrà, atravesando la Galería Gótica y el Salón Sant Jordi. La reunión no se ha desarrollado en una larga mesa, como la anterior visita del ministro, en la que el Govern quiso hacer evidente la distancia entre los dos en pleno escándalo del CatalanGate, sino al sofá del despacho, donde habitualmente se recibe las visitas. Entre los dos, esta vez había una mesilla y encima, la fotografía de Vilagrà con todos los consellers de presidencia la han precedido.