El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aceptado la exigencia de Junts per Catalunya de hacer más cambios a la ley de amnistía, y asegura que el texto de la norma se modificará para dar más garantías a la formación de Carles Puigdemont. Así se ha expresado en una conversación informal con los periodistas que lo acompañan en su viaje oficial al Brasil, en la que no ha detallado todavía cuáles serán estas modificaciones en la ley. Los independentistas han reclamado desde el primer momento que se modifiquen las excepciones de terrorismo y de traición, dos delitos con los que la justicia española intenta estas últimas semanas esquivar la amnistía con el fin de cazar al presidente de la Generalitat en el exilio. Tampoco ha aclarado cuáles serán estas modificaciones en una posterior rueda de prensa conjunta con el presidente brasileño, Lula da Silva. "Ya lo verán en la enmienda, quedan pocas horas para poder conocer la transaccional", ha señalado ante la insistencia de la prensa española sobre si habrá o no cambios en la excepción de terrorismo.

Pedro Sánchez ha reiterado en la conversación con periodistas su convencimiento de que, más allá de la fijación de los jueces españoles con Carles Puigdemont, la norma beneficiará a todos los independentistas que participaron en el Procés. Ya manifestó el presidente del Gobierno que el independentismo nunca ha recurrido al terrorismo durante el Procés. Asegura también el líder socialista que estas modificaciones serán del todo constitucionales, como ya avanzaba este martes a la portavoz de su ejecutivo, Pilar Alegría. Así, también ha afirmado que el acuerdo se está ultimando. Y así tiene que ser, porque este jueves está convocada en el Congreso la comisión de justicia que tiene que elaborar un dictamen sobre la norma.

El presidente del Gobierno también ha insistido, tanto en la conversación informal como en la rueda de prensa, que la ley se mantendrá en los marcos establecidos: dentro de los márgenes de la Constitución y alineada con el derecho europeo. "El informe de la Comisión de Venecia dice que las leyes de amnistía aprobadas en 54 países han servido para la reconciliación, y eso es lo que buscamos; una reconciliación entre catalanes, así como de la sociedad catalana con sus hermanos y hermanas de otros territorios de España; la ley entró constitucional y saldrá constitucional", ha aseverado ante la prensa.

 

Ya se pronunciaban así fuentes de la Moncloa este martes, que también explicaban que la norma se aprobará en los próximos días respetando la Comisión de Venecia. Sin dar más detalles sobre las modificaciones, Sánchez ha asegurado en su conversación informal que estos cambios harán confiar a Junts en la ley. Ha vuelto a recordar que nunca ha entendido las dudas de la formación de Míriam Nogueras con el redactado de la norma, y ha aseverado que siempre ha tenido el convencimiento de que la norma, tal como estaba, protegería a cualquier independentista. Sea como sea, el presidente español no ha avanzado si se modificará el delito de terrorismo.

Amnistía y presupuestos

Por otra parte, Sánchez ha descartado que un pacto en la ley de amnistía vaya de la mano de un acuerdo con los presupuestos. Ha señalado que se trata de dos cosas diferentes, que no van en paralelo. No obstante, se ha mostrado convencido de que a todas las formaciones que votaron a favor de su investidura como presidente del Gobierno les interesa que haya estabilidad en la Moncloa. Así, ha asegurado que su intención es aprobar unos nuevos presupuestos y no esperar hasta el 2025 gobernando con las cuentas del 2023 prorrogadas.

Una ley "impecable"

El Gobierno ya dejaba este martes la puerta abierta a más modificaciones a la ley de amnistía. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz del ejecutivo no rechazaba más modificaciones. Pilar Alegría no respondía a las preguntas sobre si la Moncloa podía garantizar que la ley se aprobaría con el mismo texto que ha redactado ahora mismo. Ahora bien, reiteraba que la norma saldría "impecable, impoluta, constitucional y conforme al derecho europeo". Fuentes de la sala de máquinas del Gobierno también dejaban la puerta abierta a más modificaciones, y aseguraban que la norma se mantendría dentro de los márgenes de la Comisión de Venecia.