Hoy Gabriel Rufián ha pisado el Palacio de La Moncloa por primera vez con cámaras y de forma pública. Lo ha hecho en el marco de la ronda de contactos de Pedro Sánchez para los presupuestos del Estado. El portavoz de ERC en Madrid ha ido con una propuesta bajo el brazo: reunir la mesa de diálogo a mediados de septiembre, "cuanto antes mejor", aunque coincida con la vista del president Quim Torra en el Tribunal Supremo. Una propuesta que, según ha explicado Rufián, ha contado con el visto bueno del Gobierno. Ahora falta la parte catalana. Con respecto a las cuentas públicas, ha insistido en la necesidad de cumplir el primero de los compromisos: el diálogo. Sin embargo, ha avisado de que Ciudadanos es "incompatible" con unos presupuestos de izquierdas. Ha avisado que será "la muerte de este gobierno".

La reunión entre los dos ha durado una hora y tres cuartos. Según Rufián, la conversación ha sido "cordial, amable y fluida". El principal punto de encuentro, que "es conveniente, idóneo y muy positivo convocar una nueva reunión de la mesa de diálogo" entre el Estado y la Generalitat. "Pasar de la foto a algo efectivo", ha sintetizado. Desde ERC han ofrecido el horizonte de mediados de septiembre y Pedro Sánchez se ha mostrado favorable. En esta mesa, ha insistido que propondrán la autodeterminación y la amnistía, pero están dispuestos a escuchar otras propuestas por parte de La Moncloa.

La portavoz española María Jesús Montero ha confirmado que Sánchez está dispuesto a reunirse a mediados de septiembre, si los gabinetes del presidente español y de Torra así lo acuerdan. "No hay ningún inconveniente por parte del Gobierno", ha afirmado. Los equipos tendrán que fijar fecha, lugar y composición. "Entre los demócratas, la herramienta que tenemos es el diálogo", ha defendido la dirigente socialista. También ha garantizado que no "renunciarán" al diálogo por mucho que lo reclame Ciudadanos.

Ante la coincidencia con la vista para la inhabilitación de Torra en el Tribunal Supremo, el portavoz republicano ha dicho que sería "poco prudente" concretar él una fecha. "Sería bueno que fuera a mediados de septiembre, cuanto antes mejor", se ha limitado a decir. Ha dicho "no contemplar" la opción que el president Quim Torra no quiera sentarse en la mesa de diálogo con el Estado: "Sería antipolítica. Si eres político, es bastante extraño que hagas antipolítica".

ERC no quiere a Ciudadanos a la ecuación

El Gobierno está sellando el acercamiento con Ciudadanos, que se ha puesto bien para negociar los presupuestos, pero esta es una línea roja para ERC. "Somos incompatibles con un partido que gobierna con Ayuso en Madrid y con Vox en Andalucía", ha avisado Gabriel Rufián. "No es lo mismo pactar la política de sanidad, de educación, de inversiones o de igualdad con Ciudadanos que con ERC", ha insistido. Ha recordado la "incomodidad" de Unidas Podemos con esta alianza. Por este motivo, si está la formación de Inés Arrimadas, no hay ningún margen con los republicanos. De hecho, Rufián ha instado a Sánchez a volver a la mayoría de la investidura. A la larga, ha dicho, unos presupuestos de Ciudadanos supondrán "la muerte de este gobierno". Por todo eso, ha concluido, "lo más natural sería facilitar un contexto en que Esquerra pudiera estar"

Moncloa insiste en incluir a Arrimadas

Desde La Moncloa hacen un "llamamiento por igual" a todas las formaciones para que no haya "vetos cruzados" y participen de las negociaciones. Montero ha valorado la reunión como "francamente positiva y productiva". Sin embargo, la posición respecto del papel de Ciudadanos sigue marcando una gran distancia. La ministra de Hacienda ha insistido en que son unos presupuestos diferentes en un "momento singular", y que por lo tanto hay que romper los "esquemas clásicos". Ha dejado claro que serán unos presupuestos con "políticas progresistas", y que por lo tanto ERC los podría suscribir sin problemas. "Estamos ante una emergencia nacional", ha recordado.

Remodelación del Govern

Con respecto a la remodelación del Govern de la Generalitat, el jefe de filas de ERC en Madrid lo ha atribuido a las dinámicas internas del espacio de JxCat, a los "líos de Convergència. En este sentido, ha lamentado que no sería bueno "trasladar las peleas internas a la primera institución de Catalunya". Y ha añadido: "Dentro del independentismo hay una pugna entre el pragmatismo y la magia, y ERC quiere gestionar este mientras tanto porque hoy hay poco margen para la magia".