La mesa de diálogo se celebrará horas más tarde, pero ha sobrevolado hoy el Congreso de los Diputados. Ha sido la primera sesión de control después de vacaciones y Pedro Sánchez se ha tenido que enfrentar a los ataques de la derecha y la extrema derecha, que le ha acusado de traición a España, pero también al independentismo. El republicano Gabriel Rufián le ha querido enviar un aviso: si la mesa fracasa, también fracasará la izquierda española y elevará el PP y Vox hasta La Moncloa. El presidente del Gobierno no ha recogido el guante, y se ha limitado a hacer una defensa abstracta del diálogo con Catalunya. También se ha colado la ampliación del aeropuerto del Prat, suspendida por el ejecutivo central. "Vuelvan ustedes al acuerdo del 2 de agosto y continuemos", ha reclamado Sánchez.

De hecho, la pregunta de Gabriel Rufián era sobre "el criterio del Gobierno para decidir inversiones en Catalunya". El portavoz de ERC en el Congreso ha recordado cómo el ejecutivo central presentó un proyecto sobre un espacio natural protegido, que tuvo el rechazo de Europa, de la mitad del Gobierno y de las organizaciones ecologistas "porque era antiecológico". En este punto, ha ironizado: "¿Y quién tiene la culpa? Lo han adivinado: los catalanes". Y ha dejado claro que ERC también está en contra por este mismo motivo. "Porque somos políticos y políticas. No somos contratistas de AENA. ¿Y ustedes? ¿Lo son o no lo son?".

Dicho todo eso, el portavoz republicano ha recordado que "una inversión, un diálogo, una negociación no es un regalo ni una rendición". Se ha mostrado dispuesto a dialogar y negociar, "pero de tú a tú, sin imposiciones". Rufián ha concluido su intervención con una advertencia: "Hoy empieza la mesa de diálogo. Si fracasa, no fracasará el independentismo. Si decepcionamos, no decepcionará sólo el independentismo. También la izquierda española. Y si decepciona, Vox y el PP entran en La Moncloa y nos irá mal a todos".

En el intercambio con Rufián, Pedro Sánchez ha esquivado la cuestión de la mesa de diálogo. Se ha centrado en las inversiones, que se deciden respetando el Estatut y también "respetando el medio ambiente". También es el caso, ha dicho, de la ampliación del aeropuerto del Prat, "una gran inversión, necesaria para Catalunya y buena para Barcelona". Ha insistido en que se haría "respetando las directivas europeas" en materia medioambiental. Aunque ha sido suspendida unilateralmente por La Moncloa, el presidente español ha hecho un ruego a la Generalitat: "Vuelvan al acuerdo del 2 de agosto y continuemos".

Derecha contra el diálogo

La mesa de diálogo ha sido justamente un arma arrojadiza de la derecha y la extrema derecha. El jefe de la oposición y líder del PP, Pablo Casado, ha acusado a Pedro Sánchez de "sentarse a negociar un referéndum" en una "mesa de la infamia por la independencia". El dirigente conservador ha asegurado que "preside el gobierno más radical de Europa". Por su parte, el ultra Santiago Abascal ha denunciado que negocie "con golpistas" y "traicione al Rey y al pueblo" españoles. El dirigente de Vox ha concluido pidiendo que se vaya: "Lárguese ya, señor Sánchez, por favor".

El presidente del Gobierno sí que ha defendido el diálogo en respuesta a la derecha y la extrema derecha. "La esencia de la democracia es dialogar, negociar y pactar. Eso representó la Constitución del 78", ha sostenido el dirigente socialista.