La única distracción que hay encima de la mesa de reuniones del comité electoral de ERC son dos jarras de agua y vasos de plástico. El resto es todo elecciones. Mesas dispuestas en forma de rectángulo y tapizadas de ordenadores. Preside Lluís Salvadó, jefe de campaña y secretario general adjunto de ERC. A su derecha Oriol Amorós, vicesecretario de imagen y comunicación. En total, una veintena de personas.
“Hablo con los convers [convergentes] y echamos mano de [la experiencia] Junts pel Sí”, explica Salvadó. Amorós asiente: hay que poner el acento en la llamada a la participación. “La última semana sacaremos toda la artillería que tenemos”, remacha al director de campaña: “tenemos que recordar a la gente que ya hemos ganado y que ahora no podemos fallar”.
Son las nueve de la mañana. La reunión hace media hora que funciona. Gabriel Rufián llega a las nueve y diez. Viene de Catalunya Ràdio. Repeinado e impecable. Se sienta justo delante de Salvadó en la presidencia de la mesa que queda más cerca de la puerta.
Se tendrá que marchar antes de que acabe. Con él llega y se marcha el responsable de prensa –y mucho más– de ERC, Sergi Sol. Rufián interviene bastante. Sergi Sol también dice la suya, y con contundencia. Entre las cualidades que lo adornan no figura la sutileza.
Podemos
Como era de esperar la campaña se está revelando muy fluida. Demasiado. Si al principio Ciutadans se había disparado, ahora la amenaza viene de Podem. Es una amenaza rocosa. Un meteorito proyectado directamente contra la estrategia de ERC. Los votantes d'Ada Colau ahora vuelven a En Comú Podem, después de agrandar las filas de la CUP en el Parlament.La propuesta de referéndum de los podemitas está haciendo mella en el electorado catalán. ERC lo nota. En Convergència hay preocupación, según Salvadó. “Ellos también sufren. Tienen un electoral más tibio. Les ponen un plato de lentejas delante y se bajan del barco”, sentencia.
Hay mucho debate entre los presentes. Pero la batuta siempre está en manos de Lluís Salvadó. Un tipo seco. Vestido de negro. Tras las gafas, también negras, los ojos parecen muy lejos. Pero no pierden detalle. Es quien empieza y cierra los intercambios de opiniones, quien dirige y quien desempata. Se le reconoce la autoridad sin que se esfuerce. Sencillamente, la tiene.
A su alrededor están sentados los expertos del partido, por sectoriales y materias. Imagen, redes, jóvenes, mujeres... La media de edad es baja.
Votantes
Rufián habla poco a poco. La cadencia es la misma que en las ruedas prensa, en los actos de campaña, en los mítines... El candidato no va sobrado de registros. “Podemos interpela a muchísima gente que recuerda el felipismo”, advierte y aconseja contraatacar recordando los fracasos y decepciones que encarna Felipe González.Alguien pregunta si el problema es que los votantes de ERC se quedan en casa o si hay votando republicanos que se marchan a otras formaciones. “¡Claro que hay!”, remacha Sol. Y punto. El responsable de prensa tampoco va sobrado de matices.
Tres de las paredes son color calabaza. En una está el logo de ERC. La cuarta es un panel. En realidad estamos en la inmensa sala del consell nacional. Cuando no se utiliza con esta finalidad queda compartimentada por paneles de madera. No hay ventanas.
Agenda
Llega Gemma Espanyol, la coordinadora de agenda, con el cuadro de los actos previstos los próximos días. Figuran los actos de ERC y los del resto de partidos. Sábado por la mañana, Pablo Iglesias en Badalona. “Sufriremos”, pronostica alguien.En la agenda también figuran, los partidos de fútbol, el Depor-Barça del sábado... Todo aquello que pueda marcar la jornada.
El lunes hay una comida del Barcelona Tribuna con el candidato en el Palace, el antiguo Ritz. 50 euros el cubierto. “No podemos decir que no, pero es muy complicado que funcione. Presionamos simpáticamente a 30 personas que vayan a la comida”, ordena Salvadó. Martes, la entrevista en TVE. Estaba el acto de la fundación Irla. "Lluís Pérez se cortará las venas. ¿Algún voluntario para decírselo?”. No hay voluntarios. Miércoles el desayuno en el Juan Carlos I, “aquí no cuesta 50 euros”.
El jueves se tiene que aligerar la agenda por la tarde para preparar el debate de TV3 y descansar. El viernes, debate con Girauta. Amorós explica que hizo de Girauta en una simulación, que se tiene que vigilar que no se enrede con Venezuela. “¿Qué tiene que ver con Venezuela?”, pregunta alguien. Da igual, no se puede olvidar el karma: “el espacio central es el nuestro”.
'Trolls'
El camino de los candidatos es inescrutable. Y en el de Rufián ha aparecido una zarza en forma de despido de la empresa donde trabajaba. “¿Como va eso?”, le piden casi sin concretar el qué. Todos los ojos se giran hacia el interpelado.El tema se había enredado con las redes. “¿Hay que disparar más fuerte?". No. Son trolls. De Ciutadans y de Iniciativa, apuntan algunos de los presente. “Me he enfrentado con un par”, explica Salvadó. “Un dirigente no puede responder a un troll”, replica desde una esquina Eduard López, vicesecretario de coordinación interna y territorio. Ni el director de campaña se salva de alguna colleja.
Las redes son clave. En la mesa de la reunión apenas hay un par de diarios de papel. En un rincón. Pero los móviles no paran. La información entra y sale del comité de campaña mientras la reunión está en marcha.
Los vídeos son otra de las piezas esenciales. Los cortos. No pueden ser largos. A partir de los 30 segundos, los espectadores se empiezan a marchar. El biopic del Rufián no ha triunfado excesivamente pero el cara a cara del bar Cuco ha superado las 15.000 visitas en dos días, explica Anna Rosenfeld, especialista en redes.
'Star Wars'
Se está cociendo uno nuevo, un anuncio con aires de papiroflexia, pero lo que provoca más expectación es el vídeo de Star Wars. Rufian y Tardà, como Luke Skywalker i Han Solo. Un juez Vidal metalizado, C3PO. "¿Yoda es alguien?”, interroga una voz. “Yoda siempre es lo mismo”. Y allí queda dicho.La cuestión: ¿se pone la marca ERC o no? “En las redes está bien visto reirte de ti mismo”, apunta Amorós. Rufián vota por ponerle la marca. Aunque no todo el mundo está satisfecho del resultado. "Los que no han visto Stars Wars que no opinen", se ironiza.
'Bola de Drac'
La reunión hace evidente que la cultura audiovisual es multidisciplinar y de ámbitos infinitos. Eso puede ser un problema para los mensajes. “estamos haciendo imágenes que comparte una parte pequeña de la audiencia”, advierte Salvadó mirando a Rufián. “Yo no sé quién es DeLorean”, se queja recordando una referencia del candidato a Regreso al Futuro. “Si no tuviera niños de cinco años no pillaría la idea de Bola de Drac”, se queja. Y le recuerdan que el Son Goku ya tiene una edad.Rufián, Gabriel o Rufi, según quien lo nombra, ha agotado el tiempo. Se levanta y recoge. Coloca cuidadosamente la silla en su lugar y se despide. La campaña continúa. El resto seguirán cocinando vídeos y tejiendo redes. Hasta las diez y media. Y volverán al día siguiente a las ocho y media. Hasta el 20D.