El conseller de Afers Exteriors, Raül Romeva, ha mantenido una conversación hoy con el presidente de Austria, Alexander van der Bellen, después de que los dos hayan coincidido en Gusen en un homenaje a las víctimas del campo de concentración de Mauthausen. Romeva ha aprovechado para saludarlo.

Delante de centenares de personas y entidades de toda Europa, incluyendo al presidente federal de Austria, Romeva ha defendido que la historia "no es nostalgia sino una lección de futuro" y ha subrayado que Catalunya "quiere a ayudar a construir una Europa mejor", que deje de lado "el miedo y el odio" del pasado. El presidente de la Amical de Mauthausen, Enric Garriga, y el delegado del Govern en Austria, Adam Casals, también han participado en el acto.

Romeva ha considerado "necesario" que "las generaciones que no fueron testigos del horror" que se vivió en campos de concentración como el de Mauthausen-Gusen "reaccionen inmediatamente ante la más mínima insinuación de que estas ideologías vuelven a "surgir". En este sentido, ha subrayado que la historia es un recordatorio "del deber ciudadano de defender los valores de la paz y el respeto por los Derechos Humanos". "Solo con una memoria histórica sólida y compartida podremos evitar que los fantasmas del pasado revivan", ha enfatizado.

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En una línea similar, el presidente de la Amical de Mauthausen, Enric Garriga, ha destacado el "deber fundamental" de los descendientes de las víctimas del nazismo y el fascismo "de recordar y honrar el pasado" para poder fortalecer la democracia y mantener vivos los principios básicos de la convivencia colectiva". "Hoy, la UE se está mostrando incapaz de encontrar una respuesta positiva al drama humanitario", ha lamentado, y ha alertado de que "reaparecen consignas que tendrían que estar definitivamente superadas" y que responden "al discurso del miedo a todo lo que es diferente". En este sentido, ha pedido "la acción de las instituciones políticas" para encontrar "soluciones" que respeten "los derechos humanos y la dignidad" de todas las personas.

El acto, organizado por el Comité Internacional de Gusen, también ha contado con la presencia de supervivientes de los campos de Mauthausen-Gusen, así como delegaciones de 21 países y representantes de la vida política, social y cultural de la región de Austria Alta. Gusen, el campo de concentración donde más republicanos españoles y catalanes murieron.

Más de 200.000 personas fueron deportadas al campo de concentración de Mauthausen-Gusen, de las que 120.000 murieron. En Gusen, una sección del campo dedicada a los trabajos forzados y que contaba con sus propios hornos crematorios independientes de Mauthausen, murieron 35.800 personas, de las que 3.900 eran republicanos españoles. El conseller Romeva, junto con el presidente de la Amical de Mauthausen, miembros de la Associació Catalana d'Amics d'Israel (ACAI), Triangle blau, ERC y Estat Català, ha participado en la ofrenda floral a las víctimas republicanas en el patio del crematorio, donde hay una placa conmemorativa. Familiares y amigos de los deportados también les han querido rendir homenaje, así como alumnos y profesores de cinco institutos de diferentes municipios de Catalunya y el País Valencià.

Varios miembros de la embajada española también han participado en el acto y han contribuido a la ofrenda floral.