Raül Romeva, condenado a 12 años de prisión en el juicio en el procés, ha reclamado al PSOE que afronte "la carpeta catalana" y le ha advertido que "no hacerlo sólo comportará más inestabilidad en el Estado". En una entrevista a Regió 7, se ha referido a las negociaciones para la investidura del próximo presidente español y ha concluido que "el problema que existe entre Catalunya y España es de reconocimiento".

Por eso, Romeva ha recomendado que la negociación de los socialistas con ERC sirva para "diagnosticar las causas de los problemas para continuar el tratamiento de los síntomas y las consecuencias, como la represión del Estado".

El conseller también ha apostado para que ERC, JxCat y la CUP "se coordinen en sus acciones en el Congreso". "En esta causa nos necesitamos los unos en los otros, tenemos que asumirlo", ha añadido, y ha pedido "abandonar confrontaciones esencialistas para ganar la adhesión del conjunto de la ciudadanía a la construcción de un proyecto libre, de carácter democrático, multitudinario y popular", en referencia al movimiento independentista.

Descontento y malestar

Ahora bien, Romeva ha instado a los partidos soberanistas a "llevar el descontento y malestar" que ha provocado la sentencia del Tribunal Supremo sobre el 1-O. "El malestar y la indignación ante la situación son intensos, profundos y crecientes, pero hace falta vehicularlos a un objetivo y transformarlos en otra cosa más allá de la protesta o el rechazo", ha avisado. Es por eso que ha propuesto "interiorizar los aprendizajes de los últimos años y renovar ideas y razones". "Si no lo hacemos corremos el riesgo de que el independentismo deje de ser un proyecto atractivo por sí mismo", ha concluido.

Sobre la situación interna de ERC, que siguen liderando Oriol Junqueras –encarcelado– como presidente y Marta Rovira –en Suiza– como secretaria general, Romeva ha reivindicado "hacer política desde la prisión y desde el exilio".

"No podemos renunciar a estas herramientas, somos presos políticos", ha afirmado Romeva, a la vez que ha planteado que "nadie cuestionaría que la prisión inhabilitaba Nelson Mandela para hacer política o para liderarla". Además, ha recordado que Junqueras y Rovira recibieron "el apoyo unánime de su militancia" para seguir dirigiendo el partido.