La presidenta del Parlament, Laura Borràs, no consigue el apoyo de las personas que lo han precedido en el cargo ante el caso de que tiene abierto al TSJC. Si la expresidenta Carme Forcadell le pidió la semana pasada que renunciara al cargo, hoy el expresidente y conseller de Empresa y Treball, Roger Torrent, se ha amparado en la separación de poderes y en la responsabilidad institucional para evitar pronunciarse sobre la imputación de Borràs ni sobre cómo tiene que responder el Parlament. No obstante, Torrent sí ha hablado del caso que le afecta personalmente a raíz de las resoluciones sobre la monarquía y autodeterminación que se tramitaron y ha denunciado que resulta "inaudito en términos democráticos la persecución del Parlament de Catalunya".

La pasada semana el magistrado instructor del TSJC dictó el auto para el procesamiento de Laura Borràs y el resto de investigados por el presunto fraccionamiento de contratos a la Institució de les Lletres Catalanes y señaló indicios de un delito continuado de prevaricación administrativa, fraude administrativo, falsedad en documento mercantil y delito continuado de malversación de caudales públicos.

Torrent ha comparecido este mediodía en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consell Executiu para presentar un decreto para acelerar la puesta en marcha de empresas y proyectos estratégicos y, a pesar de las repetidas cuestiones sobre el procesamiento de Borràs, ha evitar pronunciarse y se ha remitido en todo momento a las decisiones que adopten la mesa o los grupos.

"Tengo que ser escrupuloso"

"Porque he sido presidente del Parlament tengo que ser más escrupuloso, si cabe, en relación a la separación de poderes. Mientras fui presidente del Parlament respondí a todas las cuestiones, pero en este momentos represento el Govern de la Generalitat de Catalunya y tengo que ser muy escrupuloso en defensa de la autonomía parlamentaria", ha argumentado Torrent para evitar pronunciarse sobre el procesamiento de Borràs. Con el mismo argumento ha rechazado "especular" sobre los efectos que este caso pueda tener en Govern o en el Parlament.

A lo largo de la rueda de prensa, el expresidente de la Cámara ha evitado valorar las palabras de Forcadell que reclamó "tolerancia cero con la corrupción", aunque sí ha dejado claro que el expresidente republicana es para él "un referente"; ni tampoco a las declaraciones de la portavoz de ERC, Marta Vilalta, que ayer aseguró que el caso de Borràs no es represión a la vez que la emplazó a "no arrastrar el proyecto independentista". Una vez y otra ha asegurado que mientras era presidente del Parlament respondió a todas las preguntas que se le plantearon, pero que por responsabilidad institucionales desde que es conseller no se ha pronunciado en ninguna de estas cuestiones, y tampoco lo hizo en el caso contra el cupaire Pau Juvillà.

Plaja: "No tiene por qué afectar al Govern"

Sí ha valorado, no obstante, el caso abierto contra la mesa del Parlament que él presidió, y ha tildado de "inaudito en en términos democráticos la persecución contra el Parlament de Catalunya. Ha explicado que en otros parlamentos en el ámbito del Estado se han podido plantear debates muy similares a los que aceptó la Mesa que él presidía sin que eso tuviera ninguna consecuencia. "En cambio, en el Parlament de Catalunya ha acabado en un procedimiento judicial que no se tendría que haber dado nunca", ha remachado.

Tampoco la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha querido pronunciarse sobre el caso y se ha limitado a expresar el "máximo respeto por el Parlament, por la presidenta y por sus miembros", y recordar el derecho a la presunción de inocencia de todos los ciudadanos. Plaja ha subrayado la independencia absoluta entre el ejecutivo y el legislativo. "Pasan cosas en el Parlament y pasan cosas en el gobierno. Lo que pasa en el Parlament no tiene por qué afectar al Govern", ha remachado al ser interrogada sobre las consecuencias que podría tener para el Govern, que Borràs fuera apartada del Parlamento a raíz de su procesamiento.