La expresidenta del Parlament de Catalunya, Carme Forcadell, ha hablado este jueves sobre la imputación de Laura Borràs, y ha asegurado que tiene una situación muy complicada "es la presidenta del Parlament y representa a todos los catalanes y catalanas" por esta razón Forcadell le ha pedido que "no tiene que pensar en ella misma, sino en el prestigio de la institución". En una entrevista al programa Aquí Cuní de la SER Catalunya, Forcadell ha afirmado que la actual presidenta tiene que dar "explicaciones muy convincentes" sobre su imputación y no solo "porque no puede haber ninguna sombra de sospecha sobre la honestidad del movimiento independentista" sino que defiende que "por encima de todo lo tiene que hacer por el prestigio de la institución que representa".

En su intervención, Forcadell ha recordado que durante su presidencia se desplegó la ley de transparencia y buen Gobierno y también se aprobó un código de conducta ético de los diputados y diputadas. Así pues, ha defendido que el Parlamento tiene que tener "tolerancia cero con la corrupción". Sobre si Borràs tendría que presentar su dimisión, ha asegurado que "yo no sé qué haría, tiene una situación complicada", todo y que, al ser preguntada sobre la politización que la presidenta del Parlamento está haciendo de la causa, Forcadell ha reconocido "todos politizamos nuestras decisiones", aunque ha matizado, "en este caso en concreto, la imputación no es a consecuencia de una acción política, sino de una acción anterior al 2017, y se habla de una presunta actuación irregular".

Indultos a los presos políticos

Sobre la revisión de los indultos a los presos políticos, Forcadell ha asegurado que teóricamente no tiene que haber problema porque están muy resueltos, y, por lo tanto, sus abogados los han dicho que no tienen reconocido, a pesar de que, ha reconocido que también se los dijeron que no serían juzgados ni que irían a prisión. Ha detallado que solo se podrían tumbar por una cuestión de forma, y "ahora mismo jurídicamente parece imposible". En este sentido, ha lamentado que "es la sensación que te demuestra continuamente quién manda y quien tiene el poder y que tu situación es muy precaria. Es una manera de amenazar, de dar miedo, y esto es una represión".

Al ser preguntada por la mesa de diálogo, Forcadell ha reiterado que no confía en ella, asegurando que la experiencia demuestra que muchos acuerdos que se han llegado con el Gobierno no se han cumplido. "Pero sí que defiendo que tenemos que tener nosotros la bandera del diálogo". Considera que todo el mundo tiene que ver que hay dos partes, una que, a pesar de todos los problemas, no se levanta, y otro que no quiere sentarse. En este sentido, considera que en Catalunya hay mucha gente que no es independentista, "tienen que ver que el Govern de Catalunya no se levanta de la mesa, y quiere dialogar, y que es el Gobierno que no quiere sentar y no tiene ninguna propuesta para Catalunya". Considera que hay un límite, "el rédito ya se ha acabado, ahora se tienen que empezar a ver soluciones, especialmente, en políticas de antirrepresivas".